Mundo, 9 dic 2022 (ATB Digital).- El grupo armado que emboscó y asesinó a seis soldados del Ejército de Colombia la madrugada del pasado martes en el departamento del Cauca, al suroeste del país, justificó su ataque a los uniformados al asegurar que la acción fue en respuesta al “asedio militar” que existe en su contra y a “los pocos avances” que tendrían para iniciar conversaciones con el Gobierno.
“Colombia debe saber que todas estas acciones responden al asedio militar que existe sobre nuestras unidades y los pocos avances que hay en el proceso de acercamiento y conversaciones con las Farc-EP”, cita el comunicado difundido por medios locales.
Los sujetos se identifican como miembros del Frente ‘Jaime Martínez’ del ‘Comando Coordinador de Occidente’ de las llamadas disidencias Farc. Su vocero principal, el “comandante Marlon Vásquez” aseguró que a pesar de sus acciones, le “duelen” las muertes de los nueve militares asesinados en la última semana en Cauca, seis en Buenos Aires y otros tres en Argelia.
Esta facción de las disidencias, aunque asegura estar dispuesta a ir al proceso de diálogo por la ‘paz total’ que propone el presidente Gustavo Petro, responsabiliza al Estado por “la sangre que se siga derramando”, al argumentar que solo han visto “avances en los planes militares” contra su comandancia, despliegue de comandos especiales, francotiradores y mercenarios extranjeros “que están detrás de las recompensas ofrecidas por el Gobierno”.
“Desde la llegada del presidente Gustavo Petro vimos con esperanza la posibilidad de iniciar un diálogo sobre lo estructural que nos llevaría a identificar y superar las causas reales de la persistencia del conflicto en Colombia”, explica Vásquez, quien asegura que asistieron a “la primera y única reunión” que tuvieron con delegados del Gobierno nacional.
El grupo armado también acusa al Ejecutivo por la supuesta “cancelación injustificada“ de dos reuniones con los delegados del Estado Mayor Central, y aseguran que sus voceros habrían atendido “de manera informal” una reunión “que debió ser oficial” por “la tensión militar que existe contra las Farc-EP”.
“Disposición”
Las disidencias indican que a través de varios mecanismos han buscado tener acercamientos con la Comisión de Paz del Senado y el Gobierno. Además, dicen estar dispuestos “a entregar a dos paramilitares y un soldado que están en categoría de prisioneros de guerra”.
“Ante esto solo hemos presenciado un silencio, que se rompe una y otra vez con los sonidos de una guerra que desde hace años solo apunta los cañones contra las Farc-EP”, aseguran los voceros del grupo armado.
Las disidencias insisten en mantenerse operativas en las regiones donde tienen presencia, a pesar que dicen estar interesados en una salida negociada para poner fin al conflicto, porque creen que “la única salida no puede ser la vieja fórmula de la militarización de territorios”.
“Es momento de revisar internamente y corregir los errores, superar las dificultades y avanzar sobre la quietud que impone el Alto Comisionado para la Paz”, argumenta el grupo armado.
¿Qué ha dicho Petro?
Tras el violento ataque contra los seis soldados, Petro viajó hasta el lugar de los hechos y advirtió a los grupos armados que la política de paz no es una licencia para que se recrudezca la violencia ni la ilegalidad en el país, sino que, por el contrario, debe ser una ventana para que las estructuras irregulares demuestren su voluntad poner fin al conflicto.
Además, el presidente colombiano aclaró que “la posibilidad de diálogos hoy no está circunscrita al cese de las operaciones militares“, menos cuando se atacan a jóvenes de manera premeditada como los soldados asesinados, que tenían entre 18 y 22 años de edad.
“No puede, en la mente de las personas que hoy ejercen violencia, haber un espacio creyendo que una opción de diálogo es una opción para aprovechar en el sentido de aumentar las condiciones de construcción de una economía ilegal”, agregó.
rt