La Paz, 14 de jun 2023 (ATB Digital).- La tecnología llegó para facilitarnos la vida; sin embargo, también nos puede causar problemas. La iluminación artificial causada por las pantallas de televisores, computadoras y, especialmente, teléfonos, parece estar afectando nuestro ciclo circadiano.
El ritmo circadiano es un reloj corporal innato presente en muchas formas de vida, incluidas plantas, hongos y animales. En los seres humanos, el reloj biológico se ubica en el hipotálamo, donde libera una hormona llamada melatonina.
La melatonina a menudo se conoce como la “hormona del sueño” ya que sus niveles son altos por la noche, pero bajan justo antes de despertarnos por la mañana. Dicho reloj tiene un ritmo intrínseco, aunque también se ajusta en respuesta a la luz.
“El reloj maestro… tiene un ritmo intrínseco cercano a las 24 horas y es muy sensible a la luz al anochecer y al amanecer”, explica el profesor John Axelsson, experto en investigación del sueño del Instituto Karolinska. Esta precisión permite que el sistema sea dinámico y se adapte a los cambios estacionales, respecto a la duración del día y de la noche.
Fototerapia
Muchas herramientas de la tecnología moderna emiten luz, como nuestros teléfonos inteligentes. La luz hace principalmente dos cosas con nuestro reloj natural: lo ajusta y cambia su amplitud o fuerza.
A medida que nuestro ritmo circadiano cambia los niveles de melatonina, podemos usar los niveles de esta hormona para ver qué está afectando nuestro reloj. Varios estudios demostraron que la luz artificial brillante suprime la producción de melatonina en los seres humanos.
Curiosamente, la luz artificial muy brillante se usa en realidad como terapia. La llamada fototerapia ayuda a las personas con relojes biológicos muy retrasados a despertarse y a dormirse más temprano.
La intensidad de la luz empleada en la fototerapia es mucho más alta de las que nuestras pantallas comúnmente emiten. Un estudio de 2014 comparó los niveles de melatonina y la calidad del sueño de personas que antes de acostarse leen un libro normal o uno electrónico. Se descubrió que quienes leyeron el libro electrónico habían reducido los niveles de melatonina.
Además, existe evidencia para indicar que el exponerse a 1,5 horas (o más) a una pantalla brillante reduce el aumento natural de la melatonina durante la noche, y el efecto tiende a agravarse durante varias noches. “Pero, esto no parece traducirse en tomar más tiempo para conciliar el sueño”, afirma el Dr. Cele Richardson de la Universidad de Australia Occidental.
¿Conclusiones?
La melatonina tiene muchos efectos en el cuerpo y se encuentra asociada con el ciclo de sueño-vigilia. Por otro lado, no sabemos exactamente cómo las cantidades reducidas de melatonina afectan nuestra calidad de sueño.
Muchos estudios analizan el uso de la tecnología y la calidad del sueño o el tiempo que se tarda en conciliar el sueño. A pesar de que algunos descubren correlaciones entre el tiempo frente a la pantalla y el sueño, a menudo son débiles y no muestran que dicho aumento cause problemas para dormir.
Según el estudio de 2014, en promedio, los participantes que leyeron libros impresos se durmieron 10 minutos antes que los lectores de libros electrónicos. En otras investigaciones contrastaron a personas que usaban productos con reducción de la luz azul en las pantallas con usuarios normales de pantallas. Se encontró solo una diferencia de 3 a 4 minutos en el tiempo que tardó en conciliar el sueño.
En conclusión, podemos decir que la tecnología, específicamente la luz artificial, cambia nuestro ritmo circadiano. Lo sabemos cuando vemos el cambio de los niveles de melatonina después de estar expuestos a la luz de la pantalla. De todos modos, aún no tenemos claro el efecto que esto tiene en nuestro sueño.
Fuente: ROBOTITUS