Mundo, 15 de Jul 2024 (ATB Digital).- El 6 de noviembre, Londres fue testigo de un evento que cambiaría el curso de la física y que posicionaría el nombre de Albert Einstein como uno de los grandes científicos de la historia.
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En una reunión de la Royal Society y la Royal Astronomical Society, el astrofísico Arthur Eddington proclamó que la Teoría de la Relatividad General de Einstein había sido confirmada durante la observación de un eclipse solar.
Este anuncio, respaldado por figuras eminentes como J.J. Thomson o Frank Dyson, elevó a Einstein a una fama mundial nunca antes vista para el ámbito científico. Sin embargo, a pesar de la magnitud de este hito, el Nobel de Física no fue para él durante muchos años. ¿Qué ocurrió realmente tras el Comité del Nobel y por qué la Teoría de la Relatividad no fue reconocida con este prestigioso galardón?
Los 7 pasos para otorgar un premio Nobel
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EDDINGTON Y EL ECLIPSE
El 29 de mayo de 1919 tuvo lugar un eclipse solar que jugó un papel crucial en la confirmación de la Teoría de Relatividad General de Albert Einstein, la cual predecía la desviación de la luz de las estrellas que ese día fue observada. Esta predicción fue puesta a prueba por el astrónomo británico Arthur Eddington, quien lideró dos expediciones diferentes: una a la isla Príncipe, en la costa oeste de África, y otra a Sobral, en Brasil.
Eddington y su equipo fotografiaron las estrellas cerca del Sol durante el eclipse y, al analizar las placas fotográficas, encontraron que las posiciones aparentes de las estrellas estaban desplazadas de manera consistente con las predicciones de Einstein. Este hallazgo proporcionó una prueba directa del efecto gravitacional sobre la luz tan característico de esta rompedora teoría.
No obstante, la validez de estos resultados fue objeto de gran controversia. Algunos críticos indicaron que los datos de las observaciones eran imprecisos y que podían haber sido interpretados de manera sesgada para apoyar a Einstein.
La precisión limitada de los instrumentos de la época y la dificultad de observar un fenómeno tan sutil en medio de las condiciones adversas de un eclipse generaron muchas dudas entre la comunidad. Además, hubo quien sugirió que Eddington, por ser un gran defensor de la Teoría de la Relatividad, pudo haber influenciado su propio análisis.
No obstante, a pesar de estas críticas, los resultados de Eddington fueron finalmente aceptados por el sector más científicos, y sus datos fueron fundamentales para el establecimiento de la teoría como un pilar de la física moderna. De hecho, con el paso del tiempo, las observaciones se han vuelto mucho más precisas y han terminado por confirmar el desvío de la luz, reforzando así la validez de las conclusiones originales del científico.
EL DESENCUENTRO CON EL COMITÉ DEL NOBEL
Sin embargo, aunque los resultados fueron aceptados y la Teoría de la Relatividad comenzó a considerarse como cierta y demostrada, Einstein no fue galardonado con el Premio Nobel por esa contribución. El Comité del Nobel, de hecho, mostró una gran reticencia a aceptar y premiar el trabajo del físico en relatividad.
Tanto es así que, en las actas del Comité, publicadas en 1974, revelaron que entre 1910 y 1922, Einstein fue nominado al premio 62 veces, pero todas ellas fueron sistemáticamente desestimadas debido, en parte, al escepticismo y la controversia que rodeaba a la teoría, así como la cautela del Comité para premiar una teoría en el ese momento aún carecía de un gran número de pruebas experimentales.
Esta situación alcanzó un punto crítico cuando, en 1921, Einstein fue finalmente galardonado con el Nobel, pero no por la relatividad, sino por su explicación del efecto fotoeléctrico, un trabajo que, si bien era importante, tenía algo menos de alcance rompedor y revolucionario que la teoría gravitatoria.
Este premio se otorgó destacando que no se hacía “por la teoría de la relatividad”, reflejando así la incomodidad del propio Comité con las implicaciones radicales de la relatividad. Además, Einstein había sido objeto de críticas y oposición tanto política como ideológica en diferentes círculos, acrecentando aún la complejidad de su relación con el Comité.
LA SALVACIÓN DEL EFECTO FOTOELÉCTRICO
Pero ¿de dónde venían esas críticas políticas e ideológicas? La Primera Guerra Mundial había dejado una profunda huella en Europa y, en particular, en la comunidad científica, que se veía dividida por las tensiones políticas y nacionales. Einstein era un pacifista declarado y un gran defensor del internacionalismo, por lo que se convirtió en una figura muy polarizada.
Sus opiniones sobre la guerra y su activismo político, que incluían firmar manifiestos pacifistas y apoyar la creación de una Liga de las Naciones, le consiguieron tanto admiración como enemistades en el ámbito científico y político. Fue este entorno tan hostil el que influyó negativamente en su candidatura para el Nobel, ya que algunos miembros del Comité y la comunidad científica consideraba que sus ideas y sus posturas políticas eran tan controvertidas que no se ajustaban a la neutralidad que se esperaba de un premiado por el Nobel.
Además, la Alemania de posguerra enfrentaba una gran inestabilidad política y social, y Einstein, como prominente judío y crítico del nacionalismo alemán, se encontró en el centro de controversias políticas y antisemitas.
De hecho, el auge del antisemitismo en Europa, exacerbado por la devastación económica y social, afectó mucho a la percepción que la gente de a pie tenía del científico y de su obra. La Teoría de la Relatividad, al ser revolucionaria y difícil de aceptar para algunos científicos conservadores, fue vista con mucho escepticismo y en ocasiones, despreciada abiertamente por razones subjetivas y no rigurosas.
Este contexto fue el que contribuyó a la resistencia del Comité Nobel para reconocer a Einstein, no solo por la radicalidad de sus teorías, sino también por su identidad y su posición política. En este ambiente, el Comité se mostró cauteloso, temiendo la controversia y las posibles reacciones negativas que podría generar premiar a una figura tan problemática.
FUENTE: National Geographic