Mundo, 14 de sep 2024 (ATB Digital).- Seguir una alimentación saludable: Una de las formas más efectivas de reducir la presión arterial es a través de una dieta balanceada. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es especialmente recomendada para quienes padecen de hipertensión. Esta dieta se basa en el consumo de frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasa y proteínas magras. Además, es baja en sodio, lo que ayuda a disminuir la presión arterial.
Restringir el consumo de sal: El exceso de sodio es uno de los principales factores que contribuyen al aumento de la presión arterial. Según la OMS, la ingesta diaria de sodio no debería superar los 2000 miligramos (equivalente a 5 gramos de sal). Para reducir la sal en tu dieta, se recomienda utilizar más especias y hierbas para sazonar los alimentos. También es importante leer las etiquetas de los productos procesados, ya que muchos de ellos contienen sal oculta.
Aumentar el consumo de potasio, magnesio y calcio: Estos tres minerales son fundamentales para mantener la presión arterial en niveles adecuados. El potasio, que se encuentra en alimentos como la banana, la batata y las verduras, ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejora el flujo de sangre. El calcio y el magnesio se encuentran en productos como los lácteos descremados, los vegetales verdes y las semillas, y también tienen un efecto positivo en la presión arterial.
Hacer ejercicio regularmente: La actividad física no solo mejora tu salud cardiovascular en general, sino que también puede ayudar a bajar la presión arterial. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. El ejercicio regular fortalece el corazón y reduce el esfuerzo que debe hacer para bombear la sangre.
Dormir entre 7 y 9 horas diarias: El descanso es crucial para la salud cardiovascular. La falta de sueño puede elevar los niveles de estrés y aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión. Asegurarse de dormir entre 7 y 9 horas diarias para permitir que el cuerpo y corazón se recuperen y funcionen correctamente.
Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol: Tanto el tabaco como el alcohol son factores de riesgo importantes para el desarrollo de hipertensión. Fumar daña las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial, mientras que el consumo excesivo de alcohol puede producir un efecto similar. Si se desea deseas mejorar la salud, reducir o eliminar estos hábitos es esencial.
Fuente: Infobae