La Paz, 23 de septiembre 2024(ATB Digital).- ¿Te has preguntado alguna vez a dónde van las naves espaciales al final de su vida? A lo largo de los años, cientos de satélites, estaciones espaciales y otros vehículos han cumplido su misión. Mientras que algunos se desintegran al reingresar en la atmósfera, muchos acaban en un sitio muy especial y alejado de la Tierra.
Este enigmático lugar, conocido como el cementerio de naves espaciales, se encuentra en el punto más inaccesible del planeta: el Punto Nemo, situado en el profundo océano Pacífico.
EL PUNTO NEMO: EL LUGAR MÁS INACCESIBLE DEL PLANETA
El Punto Nemo, nombrado en honor al capitán de “20,000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne, es el sitio más alejado de cualquier tierra firme en la Tierra. Está ubicado a 2,688 kilómetros de la isla Ducie, parte del archipiélago Pitcairn, la isla Maher en la Antártida y el archipiélago Campana en Chile. Este lugar representa la soledad geográfica, y fue calculado por primera vez en 1992 por el topógrafo croata Hrvoje Lukatela, quien utilizó tecnología geoespacial para determinar su ubicación equidistante de las masas terrestres.
Con sus vastas aguas deshabitadas y su distancia de cualquier actividad humana, el Punto Nemo se convierte en el lugar ideal para evitar que los restos de naves espaciales causen daños en áreas pobladas. Además, el tráfico marítimo es muy escaso, lo que minimiza aún más el riesgo de accidentes. Por estas razones, este punto ha sido designado como el lugar perfecto para la reentrada de naves al final de su ciclo de vida.
UN REFUGIO EN EL OCÉANO PACÍFICO
El cementerio de naves espaciales es una amplia área en el Océano Pacífico, aproximadamente centrada en el Punto Nemo, donde agencias espaciales como la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos envían sus naves obsoletas. Desde 1971, más de 260 naves han sido desorbitadas aquí, incluidas satélites, estaciones espaciales y vehículos de carga.
Uno de los casos más emblemáticos es el de la Estación Espacial MIR, que fue desorbitada en 2001 tras 15 años en el espacio. Otras naves notables incluyen las estaciones Salyut de la era soviética y vehículos de carga no tripulados que abastecieron la Estación Espacial Internacional (EEI), como el vehículo de transferencia japonés H-II y la nave rusa Progress.
El proceso de desorbitación es meticuloso. Cuando una nave llega al final de su vida útil, se lleva a cabo un reingreso controlado a la atmósfera. La mayoría se desintegra, pero los restos más grandes que sobreviven caen en las profundas aguas del Punto Nemo, donde no representan peligro ni para los humanos ni para la vida marina, debido a la vastedad y profundidad de la zona, que alcanza aproximadamente los 3,700 metros.
POR QUÉ ELEGIR EL PUNTO NEMO
El uso del Punto Nemo como cementerio espacial no es arbitrario. Su aislamiento, lejanía y escasa actividad humana lo convierten en el lugar ideal para minimizar riesgos asociados con los restos espaciales. Al estar en alta mar, en territorio internacional, cualquier nación puede utilizarlo para deshacerse de sus naves de forma segura.
Además, la profundidad del océano asegura que cualquier escombro no afecte significativamente a la vida marina o al medio ambiente. Esta área también está lejos de las principales rutas de navegación, reduciendo aún más la posibilidad de interferencias.
A pesar de su remota ubicación, la actividad humana más cercana al Punto Nemo ocurre en el espacio. Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional pasan a solo 400 kilómetros de este punto cuando su órbita cruza el océano Pacífico, lo que significa que los humanos en el espacio están más cerca del Punto Nemo que cualquier persona en la Tierra.
FUTUROS INQUILINOS EN EL CEMENTERIO ESPACIAL
El cementerio de naves espaciales continúa expandiéndose a medida que más misiones llegan a su fin. Se anticipa que en la próxima década, este lugar reciba algunos “huéspedes” importantes. Uno de ellos será la Estación Espacial Internacional (EEI), que se espera sea desorbitada pronto. A pesar de sus logros y avances científicos, llegará el momento en que deberá ser reemplazada, y su destino final será el océano en el Punto Nemo.
Otro posible inquilino es el Telescopio Espacial Hubble, que también deberá ser desorbitado. Debido a su tamaño y masa, se requerirá un reingreso controlado para asegurar que sus restos caigan en una zona segura, y el cementerio de naves espaciales será la opción elegida para este proceso.
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC