Mundo, 15 de oct 2024 (ATB Digital).-El dicho de ‘tras la tormenta llega la calma’ se ha cumplido este lunes a rajatabla en Florida, donde la meteorología difícilmente podía ser más favorable para el lanzamiento de la misión espacial Europa Clipper. El huracán Milton, uno de los más destructivos de la historia reciente de EEUU, obligó la semana pasada a posponer el lanzamiento de la mayor nave planetaria construida hasta ahora. Este lunes a las 18.06 (hora peninsular española) ha sido puesta en órbita desde el Centro Espacial Kennedy a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.
La expectación y la inquietud eran grandes pues Clipper es una misión tan interesante como ambiciosa: la NASA ha gastado en ella en torno a 5.000 millones de dólares para averiguar si Europa, una de las lunas heladas del planeta Júpiter, puede albergar algún tipo de vida.
El plan de vuelo transcurre según lo previsto: aproximadamente una hora después del despegue, la nave desplegó correctamente sus paneles solares, y viaja ya hacia su destino, adonde llegará tras una larga travesía de cinco años y medio.
“Hoy nos embarcamos en un nuevo viaje a través del Sistema Solar en busca de los ingredientes para la vida en la luna helada de Júpiter”, ha declarado el director de la NASA, Bill Nelson, tras el exitoso lanzamiento.
Cuando en 2030 alcance su destino, Europa Clipper tendrá que hacer frente a un ambiente muy hostil. Para poder resistir a la radiación del campo magnético de Júpiter, los ingenieros han construido una bóveda con gruesas paredes que blindará su carga útil y otros componentes eléctricos. Esa bóveda, fabricada con titanio y aluminio, actuará como un escudo contra la radiación que proteja los numerosos y sensibles instrumentos que lleva a bordo: varias cámaras, espectrómetros, radares y otros equipos que le permitirán analizar material in situ y esclarecer si se dan condiciones propicias para la vida en el gran océano subterráneo que se cree que hay bajo su corteza helada.
Más agua que en la Tierra
Algunas de las características de Europa, en cuya superficie se dan temperaturas de entre -133 grados y -223 grados, serían muy difíciles de explicar si esta luna no contuviera un océano global bajo su superficie congelada. Además de abundante agua -las estimaciones apuntan a que en ese océano subterráneo habría más líquido que en todos los océanos de la Tierra juntos-, se cree que se dan otras condiciones necesarias para que surja la vida, como la presencia de elementos orgánicos, una fuente de energía y estabilidad.
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La prueba más sólida de que hay un océano en Europa fue recabada por la nave espacial Galileo de la NASA, que orbitó Júpiter de 1995 a 2003. Si bien Europa no tiene un campo magnético propio, cuando esta sonda realizó una docena de sobrevuelos cercanos a este mundo, su magnetómetro detectó un campo dentro de Europa que atribuyen a la presencia de un océano subterráneo global de agua salada. Las grietas y crestas que se han visto en la superficie de esta luna sugieren también que debajo puede haber un océano interior.
El objetivo es que la nave Clipper escanee la luna Europa casi en su totalidad, y para ello se han previsto 50 acercamientos durante los cuales realizará mediciones y tomará datos. Entre la lista de tareas que deberá cumplir figuran averiguar su composición, determinar el espesor de la corteza de hielo y comprender cómo interacciona esa superficie congelada con el océano. Otra de sus tareas será caracterizar su geología, pues los científicos quieren saber si hay signos de actividad reciente, como deslizamientos de las placas de la corteza o columnas de vapor que expulsan agua al espacio.
Pero Europa no es el único lugar del Sistema Solar en el que buscar indicios de vida más allá de la Tierra. Dos lunas de Saturno también están en el punto de mira por sus probables océanos: la pequeña Encélado y Titán.
El trabajo de Clipper se complementará con el de otra nave, Juice. Esta sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA) despegó el año pasado con el objetivo de explorar Ganímedes, Europa y Calisto y averiguar si los océanos de agua líquida que los científicos creen que tienen estas lunas heladas reúnen los ingredientes necesarios para que surja la vida.
Fuente: Medios Internacionales