Un 9 de noviembre de 1781, el líder indígena Julian Apaza “Túpac Katari”, fue capturado por fuerzas realistas.
Consciente de que la situación en La Paz se tornaba desesperada, el nuevo presidente de la Audiencia de Charcas, Ignacio Flores, envió a La Paz al teniente coronel Josef de Reseguín al mando de una tropa de 3.000 hombres y ocho cañones. Se optó por acabar con la resistencia indígena primero en los valles y luego en el altiplano, donde derrotó a las huestes quechuas y aymaras. Finalmente, la expedición llegó a El Alto el 17 de octubre, provocando la huida desordenada del ejército indígena. Sin perder tiempo, Reseguín atacó los campamentos de Pampahasi y el Calvario, donde estaban los Amaru. Finalmente, la ciudad de La Paz se vio libre de toda amenaza indígena
Llegado el ejército de auxilio que puso fin al segundo cerco a la ciudad de La Paz. Julián Apaza había huido, al igual que otros líderes de la sublevación, hacia Peñas. Luego paso al pueblo de Achacachi, donde fue recibido por Tomás Inga Lipe, se le ofreció una fiesta con abundante licor y comida. Pero Katari dándose cuenta que era una trampa, ensilló su mula y partió escoltado a la una de la madrugada.
Los hombres del escuadrón Saboya, enterados partieron en su persecución, y lo aprendieron la mañana del 9 de noviembre de ese año, en Chinchayapampa, un lugar ubicado a cinco leguas de Achacachi. Túpac Katari fue llevado al pueblo de Peñas, donde Reseguín había traslado el cuartel de los soldados del Rey.
es en este lugar donde se construye la estatua de Túpac Katari, que fue prisionero, torturado y días después asesinado. Se da relevancia a esta fecha histórica que debe ser recordada por las nuevas generaciones y habitantes del departamento.