El filósofo, escritor y figura clave de la Ilustración francesa, Voltaire, nació el 21 de noviembre de 1694 en París. Su verdadero nombre era François-Marie Arouet, pero adoptó el seudónimo de Voltaire, el cual se convertiría en uno de los más reconocidos de la historia de la filosofía. Hijo de una familia burguesa, Voltaire se educó en el Colegio de los Jesuitas de La Flèche, donde comenzó a forjar sus ideas críticas sobre la sociedad y la religión que marcarían toda su obra.
A lo largo de su vida, Voltaire se destacó por su feroz defensa de la libertad de expresión, la tolerancia religiosa y el pensamiento racional. Sus escritos, que abarcaban desde novelas y poemas hasta ensayos filosóficos, fueron fundamentales para desafiar las estructuras autoritarias de la época, como la monarquía absoluta y la iglesia católica. Obras como Cándido y Carta sobre la tolerancia son ejemplos claros de su estilo agudo y satírico, que lo convirtió en una figura central de la Ilustración.
Voltaire también fue un viajero incansable, residiendo en diversos países como Inglaterra, donde fue influenciado por el pensamiento liberal, y en Suiza, donde vivió en el exilio debido a sus constantes enfrentamientos con las autoridades francesas. Su aguda crítica a la injusticia social y a la intolerancia religiosa lo llevó a ser un defensor de los derechos humanos, a pesar de las persecuciones que sufrió por sus ideas.
El legado de Voltaire perdura hasta hoy, ya que sus principios sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad siguen siendo significativos en las discusiones filosóficas y políticas contemporáneas. Su impacto en la Revolución Francesa y en la formación de las democracias modernas demuestra la relevancia de sus ideas, que siguen inspirando a generaciones de pensadores y activistas alrededor del mundo.