Mundo, 28 de nov 2024 (ATB Digital).- La fascinación por Marte no cesa de avivar el espíritu explorador de la humanidad, y recientes hallazgos de un meteorito marciano han desvelado nuevas pistas sobre el pasado acuoso de este planeta vecino.
Científicos han identificado en el meteorito NWA7034, conocido como “Black Beauty” (Belleza Negra), una evidencia microscópica que apunta a la existencia de fluidos hidrotermales en la corteza marciana hace 4.45 mil millones de años, un descubrimiento que podría reconfigurar nuestra comprensión sobre el origen del agua y las condiciones esenciales para la vida en planetas rocosos.
Un grano de circón impactado por un meteoro fue el protagonista de este descubrimiento. Utilizando técnicas avanzadas de microscopía, los investigadores detectaron patrones de zonificación química, inclusiones de magnetita y otros elementos no habituales que sugieren la cristalización de este circón en presencia de fluidos acuosos extremadamente calientes. Estos hallazgos nos ofrecen una ventana única al Marte pre-Noeico, un periodo que, hasta ahora, permanecía en el misterio.
Corteza húmeda y fluidos hidrotermales
Los circones son minerales altamente resistentes que actúan como cápsulas del tiempo geológicas, preservando información crucial sobre los procesos planetarios primitivos. En este caso, el grano analizado mostró zonificaciones definidas por elementos como hierro, aluminio y sodio, junto con inclusiones de magnetita, características que en la Tierra se asocian con la cristalización en ambientes hidrotermales.
Lo que hace este hallazgo tan relevante es su capacidad para arrojar luz sobre el papel del agua en la formación y evolución temprana de Marte. Las evidencias encontradas indican que, durante su cristalización, la corteza marciana estaba saturada de fluidos hidrotermales que probablemente interactuaron con la superficie, dejando rastros que ahora emergen millones de años después.
Además, estos fluidos podrían haber jugado un papel en la generación de campos magnéticos intensos en el Marte primitivo, ya que los hidrotermales han sido vinculados con la magnetización de la corteza durante los primeros días del planeta. Esto tiene implicaciones tanto para el estudio del agua marciana como para nuestra comprensión de cómo los planetas rocosos desarrollan ambientes habitables.
El viaje del circón marciano
El circón, sometido a presiones extremas superiores a los 20 GPa debido a un impacto meteórico, logró preservar su estructura interna y sus inclusiones químicas intactas. Este evento catastrófico, ocurrido antes de que el meteorito fuera expulsado de Marte, ofrece un testimonio de la resiliencia de los minerales ante las fuerzas colosales que moldean los mundos.
Los investigadores utilizaron métodos como la microscopía electrónica de transmisión y la espectrometría de masas para mapear la distribución de elementos y las características texturales dentro del circón. Estas técnicas revelaron deformaciones únicas, como la presencia de planos gemelos en la estructura cristalina, lo que permitió a los científicos reconstruir las condiciones de presión y temperatura bajo las cuales se formaron estos minerales.
Implicaciones para la exploración y la astrobiología
El descubrimiento no solo redefine cómo percibimos el Marte temprano, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la posibilidad de vida en ambientes hidrotermales. En la Tierra, estos sistemas son considerados nichos fértiles para la vida primitiva. Si ambientes similares existieron en Marte, ¿podría esto indicar que el planeta fue alguna vez habitable?
Además, los resultados subrayan la importancia de los meteoritos como archivos únicos para descifrar la historia de Marte, especialmente en ausencia de muestras directas de la superficie marciana. A medida que las misiones espaciales continúan buscando evidencia de agua y vida en Marte, este descubrimiento proporciona un marco temporal más preciso y una nueva perspectiva para futuras investigaciones.
FUENTE: MEDIOS INTERNACIONALES