Mundo, 18 de dic 2024 (ATB Digital).- Durante décadas, el mundo ha asistido a considerables avances en la lucha contra el VIH, pero un desafío ha persistido: la creación de una vacuna. Sin embargo, en 2024, la ciencia nos ha sorprendido con lo que podría ser el siguiente gran hito en la batalla contra esta enfermedad: lenacapavir, una inyección con una eficacia sin precedentes que protege durante seis meses con una sola dosis.
De hecho, este prometedor tratamiento ha sido elogiado como el Avance Científico del Año por la revista Science debido a sus espectaculares resultados. No en vano, un ensayo clínico de gran magnitud, realizado en junio, demostró que la administración de lenacapavir redujo a cero las infecciones por VIH entre adolescentes y mujeres jóvenes en África.
La esperanza renovada de un mundo sin nuevas infecciones
La clave de lenacapavir reside en su capacidad de ser administrado cada seis meses como profilaxis preexposición (PrEP), lo que facilita la adherencia al tratamiento y reduce los obstáculos relacionados con el estigma y las dinámicas sociales, particularmente en países con altas tasas de infección.
A diferencia de los fármacos antivirales convencionales, lenacapavir actúa sobre la proteína de la cápside del VIH, una estructura que protege el material genético del virus. Durante años, esta proteína fue considerada un objetivo inalcanzable para la intervención farmacológica. No obstante, una nueva comprensión de su estructura y función permitió a los científicos de Gilead Sciences desarrollar un compuesto capaz de rigidizar la cápside viral, impidiendo así que el VIH infecte las células humanas de manera efectiva.
Un salto desde el pasado hacia un futuro esperanzador
La lucha contra el VIH ha recorrido un largo camino desde los años 90, cuando la infección significaba una sentencia de muerte marcada por la devastación del sistema inmunológico. La introducción de terapias antirretrovirales en 1996 revolucionó el tratamiento, permitiendo que millones de personas vivan con el virus como una enfermedad crónica manejable. Además, el descubrimiento de que una persona tratada no puede transmitir el virus convirtió el “tratamiento como prevención” en el avance del año en 2011.
Sin embargo, los desafíos persisten. Aunque los medicamentos orales PrEP, como la pastilla aprobada en 2012, demostraron ser eficaces, su uso en países con escasos recursos ha sido limitado. En muchos lugares de África, las mujeres jóvenes y adolescentes afrontaron barreras significativas para adherirse al tratamiento. La llegada de cabotegravir, un fármaco inyectable cada dos meses en 2021, ofreció una mejora, pero su alto costo impidió su adopción masiva.
El progreso en la reducción de nuevas infecciones por VIH se ha estancado, alejando al mundo de las ambiciosas metas establecidas por ONUSIDA: menos de 370.000 nuevas infecciones en 2025 y 200.000 en 2030. Sin embargo, los hallazgos recientes con lenacapavir podrían ser un punto de inflexión.
El desafío de llevar lenacapavir al mundo
Pese a su potencial transformador, la implementación global de lenacapavir afronta varios obstáculos. El acceso a este tratamiento depende de la regulación, el precio y la infraestructura sanitaria de cada país.
Si bien Gilead ha establecido acuerdos con fabricantes de genéricos para ofrecer versiones asequibles en 120 países en desarrollo, regiones de ingresos medios como Brasil, con la mayor carga de VIH en Sudamérica, podrían quedar excluidas de estos beneficios. Además, los sistemas de salud saturados y la falta de recursos en muchas partes del mundo dificultarán su distribución y adopción.
FUENTE: MEDIOS INTERNACIONALES