Mundo, 23 de dic 2024 (ATB Digital).- El invierno comienza en el hemisferio norte el 21 de diciembre a las 10h 21m hora peninsular y de Baleares (9h 21m en Canarias). Durante el invierno podremos observar planetas, lluvias de estrellas y un bonito eclipse total de Luna. Aquí les ofrecemos unas claves astronómicas para disfrutar del día del solsticio y de los cielos de la estación más corta del año.

- Un sol muy bajo, una noche muy larga. En el día del solsticio, este año el 21 de diciembre, tiene lugar la noche boreal más larga: en Madrid la noche tendrá una duración de 14 horas y 43 minutos, mientras que tan sólo habrá 9 horas y 17 minutos de luz solar.
- Un sol estático y muy bajo. Durante los días en torno al del solsticio, el Sol alcanza su menor elevación sobre el horizonte al mediodía y, en esa posición, su altura cambia muy poco de un día a otro, parece estática. De ahí proviene el término ‘solsticio’: del latín ‘sol stitium’ o sol quieto. Según van avanzando los días después del solsticio, el Sol de mediodía aparece cada día un poquito más hacia el norte (un poquito más alto si lo miramos desde el hemisferio norte).
- Cerca del Sol. En el solsticio de invierno, el Polo Norte de la Tierra se encuentra más alejado del Sol que el Polo Sur. Pero se da la circunstancia paradójica de que el invierno del hemisferio norte llega cuando la Tierra, en su movimiento elíptico alrededor del Sol, se encuentra lo más cerca posible del astro rey. El punto más cercano, denominado ‘perihelio’ se alcanzará el 4 de enero de 2025, cuando la Tierra se encuentre a una distancia ligeramente mayor de 147 millones de kilómetros del Sol, esto es, 5 millones de kilómetros más cerca que en la posición del ‘afelio’ por la que pasaremos el jueves 3 de julio.
- Una noche de seis meses. En el Polo Norte, la noche que comenzó el 22 de septiembre llega a su punto medio, quedan otros tres meses de noche hasta que llegue la primavera.
- Luceros vespertinos. En estos días de principio del invierno, al anochecer podemos ver tes planetas: Venus, Júpiter y Saturno, los dos primeros muy brillantes. Mercurio se dejará ver, tras la puesta de sol, desde mediados de febrero a mediados de marzo.
- Luceros matutinos. Al principio de la estación, los cielos del amanecer tendrán a Marte y a Mercurio, pero ambos desaparecerán de los cielos matutinos a finales de enero. Desde entonces, y hasta el final de la estación, no habrá planetas visibles en los amaneceres.
- Lluvias de estrellas. La lluvia de meteoros más importante del invierno es la de las Cuadrántidas que tendrá su máximo en la noche del 3 al 4 de enero. Esa noche la Luna se encontrará en fase creciente (el novilunio habrá tenido lugar el día 30 de diciembre) y su resplandor no será un estorbo relevante para observar la lluvia de estrellas. Las Úrsidas constituyen una lluvia más modesta, pero al presentar su máximo el 22 de diciembre (justo en el cuarto menguante), su observación es particularmente favorable en la primera parte de la noche.
- Un eclipse total de Luna visible desde España. Durante este invierno podremos disfrutar de un eclipse total de Luna que tendrá lugar el 14 de marzo y será visible desde gran parte del mundo: América, el oeste de África y de Europa y el este de Asia y Oceanía. Desde España podrá verse como total en el centro y oeste de la península, las islas Canarias, Ceuta y Melilla. Sin embargo, desde el este de la Península y las islas Baleares sólo será visible como parcial. Este invierno no habrá eclipses de Sol.
- Fecha cambiante. Debido al encaje de la duración real de cada órbita terrestre en el corsé del calendario gregoriano (con unos años bisiestos y otros no, etc.), la fecha de inicio de las estaciones cambia ligeramente de un año a otro. En el caso del invierno, su inicio puede darse en cuatro fechas diferentes: 20, 21, 22 ó 23 de diciembre. Pero en todo el siglo XXI, nunca se dará el 23 de diciembre (fecha oficial peninsular). En el año 2003 tuvo lugar el inicio de invierno más tardío, mientras que en el año 2096 tendrá lugar el inicio más temprano.
- La estación más corta. El invierno es siempre la más corta de las cuatro estaciones. Ello es debido a la Segunda Ley de Kepler que se ilustra en el diagrama adjunto: la línea que une la Tierra al Sol barre áreas iguales (A) en tiempos iguales (t). Al encontrarse ahora la Tierra en su posición de mayor proximidad al Sol, va moviéndose con una velocidad máxima en su órbita, lo que se traduce en la menor duración del invierno respecto de las otras tres estaciones. Más concretamente, el invierno dura 4,7 días menos que el verano, la más larga de las estaciones. Este invierno durará 88 días y 23 horas. Terminará el viernes 20 de marzo de 2025 con la llegada de la primavera.
Fuente: El Mundo