Mundo, 23 de dic 2024 (ATB Digital).- En el mundo de las redes sociales, donde los videos de gatos nunca pasan de moda, uno en particular ha logrado captar la atención de miles de usuarios. Camila Fortunato, una usuaria argentina, compartió un clip que rápidamente se hizo viral: su gato, mientras comía tranquilamente, abandonó su plato de comida al detectar que ella estaba consumiendo un chicle de menta. El animal no solo se acercó a su dueña, sino que mostró un comportamiento “enloquecido” por el aroma, frotándose repetidamente contra ella para absorber el olor que emanaba de su boca.
El video acumuló innumerables likes y comentarios que reflejan situaciones similares en otros hogares. “Mi gato hace lo mismo, pero con lavanda y tomillo”, comentó una usuaria. Otra, en tono humorístico, escribió: “Capaz tu gato fue odontólogo en otra vida”.
¿Por qué los gatos aman la menta?
Aunque parezca un comportamiento extraño, este fenómeno tiene una explicación científica. Los gatos sienten atracción por la menta, el tomillo y otras hierbas similares al catnip, también conocido como hierba gatera. Según expertos, estas plantas contienen una sustancia llamada nepetalactona, que actúa como una feromona en el organismo felino, desatando una reacción química que estimula sus neuronas sensoriales.
El efecto de estas hierbas es comparable a una experiencia placentera para los gatos, similar a cómo los humanos disfrutamos de un chocolate o una taza de café. Más allá de ser inofensiva, la menta también aporta vitaminas y minerales, lo que la convierte en una opción segura para su consumo moderado.
Comportamientos comunes ante la menta
Cuando un gato entra en contacto con esta planta, suele olerla, frotarse contra ella y, en algunos casos, emitir ronroneos mientras se revuelca en sus hojas. Este comportamiento puede durar entre 5 y 15 minutos, generando una especie de relajación o euforia en el animal. Sin embargo, no todos los gatos reaccionan de la misma manera, ya que factores como la genética, el ambiente y el sexo pueden influir en su respuesta.
Precauciones importantes
Aunque la menta no es tóxica para los gatos, su consumo debe ser supervisado. Existen variedades que pueden causar vómitos o diarrea si se ingieren en exceso. Además, es fundamental mantener al gato alejado de lugares altos o peligrosos mientras está bajo el efecto de estas hierbas, ya que podría actuar de manera impulsiva.
En casos raros, si el animal muestra comportamientos agresivos o inusuales de forma constante, se recomienda consultar a un veterinario o etólogo.
Más allá de la curiosidad
El fenómeno registrado por Camila Fortunato y su gato abre la puerta a un tema fascinante para los amantes de las mascotas. No solo muestra el impacto de las hierbas aromáticas en los felinos, sino también cómo estas pueden utilizarse de forma positiva en juguetes o accesorios que promuevan la actividad física y el bienestar de los gatos.
Fuente: Grupo La Provincia