El 9 de enero de 1913 nació en Yorba Linda, California, Richard Milhous Nixon, quien se convertiría en el 37º presidente de los Estados Unidos. Su vida y carrera estuvieron marcadas por una serie de logros políticos y controversias que dejaron una huella indeleble en la historia de la nación. Nacido en una familia de clase media, Nixon comenzó su trayectoria política en la Cámara de Representantes de EE. UU. en 1947, antes de ascender rápidamente al Senado en 1950.
Nixon se destacó inicialmente como vicepresidente bajo la administración de Dwight D. Eisenhower, desde 1953 hasta 1961. Fue durante estos años que se forjó su imagen como un político de firme postura anticomunista, lo que lo llevó a tomar parte activa en la Guerra Fría, especialmente en relación con la política exterior de Estados Unidos hacia Asia. Tras un fracaso en su primera candidatura presidencial en 1960, Nixon no tardó en volver a la política, logrando finalmente la presidencia en 1968.
Su presidencia, que comenzó en 1969, se caracterizó por avances significativos en la política exterior, como la histórica visita a China en 1972, que abrió las puertas para el restablecimiento de relaciones entre ambas naciones. Además, su administración fue clave en el acuerdo de paz de Vietnam, que llevó al retiro de las tropas estadounidenses de ese país. Sin embargo, su gobierno también estuvo marcado por el escándalo del Watergate, que culminó en su renuncia en 1974, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en dimitir.
A pesar de la controversia que rodeó su salida de la Casa Blanca, Richard Nixon permaneció como una figura influyente en la política de EE. UU. durante los años posteriores, escribiendo varios libros y participando en la vida pública. Su legado, tanto de logros como de sombras, sigue siendo objeto de debate hasta el día de hoy, pero su figura sigue siendo clave en la historia política estadounidense.