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El experimento de Cavendish: así descubrimos el peso de la Tierra

El experimento de Cavendish: así descubrimos el peso de la Tierra

Mundo, 17 de ene 2025 (ATB Digital).- ¿Te has preguntado alguna vez cómo sabemos cuánto pesa la Tierra? Si hoy te puede parecer algo relativamente complejo de averiguar, imagínate hace más de dos siglos. En 1789, mucho antes de que existieran las naves espaciales o los satélites, un científico llamado Henry Cavendish logró calcular el peso de nuestro planeta utilizando un sencillo experimento en un laboratorio.

No, no usó tecnología avanzada ni máquinas gigantescas, sino simplemente su inteligencia, paciencia y una balanza que no medía directamente el peso, sino la fuerza gravitatoria. Lo que hizo no solo fue un hito que marcó la historia de la ciencia, sino también un momento clave en nuestra comprensión del universo.

CAVENDISH: EL GENIO EXCÉNTRICO

Henry Cavendish nació en 1731 en una familia aristocrática británica, pero no era un noble cualquiera. Desde joven se diferenció del resto de la Corte por presentar una curiosidad científica muy fuerte, además de un gran apasionado por la ciencia y, según los relatos, una personalidad que destacaba por su extrema tímido. Apenas hablaba con otras personas, evitaba las multitudes y pasaba la mayor parte de su tiempo inmerso en experimentos.

No obstante, a pesar de su carácter reservado, Cavendish se posicionó muy pronto como uno de los científicos más brillantes de su tiempo. Contribuyó enormemente a campos como la química y la electricidad, pero su mayor logro sería en el campo de la física: medir la densidad de la Tierra. Para él, este experimento no era solo una cuestión de números; era una forma de saciar su curiosidad y dar respuesta a las múltiples preguntas que lo invadían sobre nuestro planeta.

Ahora bien, en el siglo XVIII, la idea de calcular el peso de la Tierra era revolucionaria: no existía todavía una manera de viajar al espacio para observarla desde lejos. Sin embargo, Cavendish tenía algo más poderoso: las leyes de la gravedad formuladas por Isaac Newton unas décadas antes.

¿MEDIR LO INVISIBLE?

El experimento de Cavendish partió de una premisa sencilla pero básica: si todo objeto ejerce una fuerza gravitatoria sobre otro, entonces, midiendo esa fuerza, es posible calcular la masa de la Tierra. Pero había un problema: la fuerza gravitatoria entre objetos cotidianos es extremadamente débil, casi imperceptible. Entonces, ¿cómo detectarla?

Aquí entra en escena la llamada “balanza de torsión”, un dispositivo que, aunque parece muy simple, fue esencial. Era básicamente una barra de madera colgada de un hilo muy fino. En cada extremo de la barra, Cavendish colocó dos pequeñas esferas de plomo. Luego, añadió dos esferas mucho más grandes, también de plomo, situadas cerca de las pequeñas, pero sin tocarlas. El truco estaba en medir cómo las pequeñas esferas eran atraídas hacia las grandes debido a la fuerza gravitatoria. Esa ligera atracción hacía girar la barra, torciendo el hilo.

El movimiento era casi imperceptible, pero Cavendish diseñó un sistema con espejos que proyectaban la luz sobre una escala para amplificar visualmente ese giro minúsculo. De esta forma, podía medir con precisión milimétrica cuánto giraba la barra.

PACIENCIA Y PRECISIÓN

Cavendish trabajó con extremo cuidado. Su laboratorio estaba diseñado para evitar cualquier perturbación externa, como vibraciones o corrientes de aire, que pudieran interferir en las mediciones. Todo se reducía a observar cómo las esferas pequeñas y grandes interactuaban a través de la fuerza de la gravedad.

Tras semanas de observación y cálculos, Cavendish pudo determinar algo esencial: la constante gravitacional, un valor que conecta la masa de los objetos con la fuerza gravitatoria que ejercen. Con este dato, y utilizando las ecuaciones de Newton, pudo calcular la densidad de la Tierra, es decir, cuánta masa tiene en relación con su volumen.

De la densidad de la Tierra, era un paso sencillo (al menos para Cavendish) calcular su peso total. Según sus resultados, la Tierra pesaba aproximadamente 6 sextillones de toneladas (¡un 6 seguido de 24 ceros!). Lo más asombroso es que su estimación estaba sorprendentemente cerca del valor que conocemos hoy.

LA PRIMERA ‘PESA’ PLANETARIA


El experimento de Cavendish no solo fue la primera medición del peso de la Tierra, sino también una confirmación práctica de las leyes de la gravedad de Newton y el primer experimento que realizó el pesaje de un planeta. Demostró que incluso fuerzas invisibles pueden ser medidas con las herramientas adecuadas y una mente curiosa.

Su experimento abrió las puertas a un entendimiento más profundo del universo, abriendo la puerta a muchos otros experimentos e inspirando a los científicos de su época. Y todo esto gracias a una barra de madera, unas esferas de plomo y un genio dispuesto a mirar más allá de lo evidente.

FUENTE: NATIONAL GEOGRAPHIC

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