La Paz, 26 de ene 2025 (ATB Digital).- Que todos tengan una hermosa experiencia y minutos de juego en la pretemporada en Manchester City es el deseo y la intención del entrenador de Bolívar, el argentino Flavio Robatto, dijo este sábado en conferencia.
“Viajarán 22 jugadores y todos están motivados para encarar este nuevo proceso que lo vamos a aprovechar al máximo”, precisó el director técnico.
Destacó que el plantel en general tuvo una excelente respuesta al trabajo y a la exigencia de trabajo.
“En lo grupal queremos afianzar el modelo de juego ante equipos europeos de esa categoría. Que disfruten el roce, por eso queremos que todos tengan minutos”, argumentó el DT.
Añadió que en lo personal igual espera conocer lo que hacen allá, aunque ya sigue el trabajo de Joseph Guardiola desde hace tiempo.
Comentó que durante estos días en La Paz, el plantel varió el sistema de juego a otros esquemas con la idea que independiente de los nombres, cuenten con alternativas para marcar diferencia cuando lo necesiten.
Consultado si saben algo del inicio del torneo boliviano, el DT dijo que inicialmente se pensó que a mediados de febrero, pero debido a los asuntos legales pendientes no se sabe.
“Nosotros estaremos listos y si no, nos adaptaremos a como se da la situación, más aún teniendo en cuenta que será un año deportivo intenso”, sostuvo el entrenador.
Anticipó que Bolívar quiere mejorar lo hecho el año pasado, volver a lograr el título boliviano y llegar a la final de la Copa Libertadores.
ROMERO Y OTROS MÁS
Robatto dijo que la llegada del dominicano Dorny Romero es una de las tres o cuatro posibilidades que se tiene y, sería el sexto entranjero, pero no se confirma.
“Si llegase, ya tenemos un plan de trabajo, pero no sabemos aún. Igual estamos contentos con todo lo que tenemos”, aseguró el entrenador.
Explicó que ahora está muy metido en el trabajo del plantel y que sigue la evolución individual y colectiva del plantel bolivarista.
El plantel bolivarista cerrará prácticas este domingo en Ananta y el lunes emprende viaje.
Fuente: La Razón