Estados Unidos, 16 de feb 2025 (ATB Digital).- Los líderes europeos que han apoyado firmemente la continuación de la guerra en Ucrania han recibido un duro golpe por parte del presidente Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Hegseth hizo las siguientes declaraciones:
1. La adhesión de Ucrania a la OTAN está descartada. Ucrania no será invitada a unirse a la OTAN.
2. Estados Unidos no enviará tropas a Ucrania por ningún motivo, incluido el mantenimiento de la paz.
3. Estados Unidos ya no suministrará ni pagará armas ni apoyo a Ucrania. Corresponderá a los miembros europeos de la OTAN brindar apoyo a Ucrania.
4. Si bien Estados Unidos apoya a la OTAN, la participación estadounidense debe ser justa y equitativa, lo que significa que los miembros de la OTAN tendrán que aumentar significativamente sus contribuciones.
5. Ucrania no podrá volver a las fronteras que tenía antes de 2014, lo que significa que Estados Unidos espera importantes concesiones territoriales de Ucrania.
Trump conversa con Putin
Mientras tanto, el presidente Trump mantuvo una reunión telefónica de una hora y media con el presidente ruso Putin. La conclusión principal es que Putin dijo que está dispuesto a iniciar negociaciones con Estados Unidos sobre Ucrania y otras cuestiones de seguridad.
La conversación entre Trump y Putin abarcó muchos temas, por ejemplo, cuestiones de seguridad, energía, inteligencia artificial, “el poder del dólar” y “varios otros temas”.
Tras la llamada, Trump aparentemente hizo una llamada “para informar” al presidente ucraniano Zelenski de su conversación con Putin. También creó de inmediato su equipo negociador. Designó al secretario de Estado Marco Rubio, al director de la CIA John Ratcliffe, al asesor de seguridad nacional Michael Waltz y al embajador y enviado especial Steve Witkoff para dirigir las negociaciones.
Cabe destacar que en la lista de participantes no figuraba el teniente general retirado Keith Kellogg, quien había estado promoviendo abiertamente la idea de aumentar significativamente las sanciones a Rusia como una forma de obtener concesiones en Ucrania. Según sus propias palabras, en una escala del 1 al 10, las sanciones actuales a Rusia son sólo un 3. Propuso aumentarlas mucho más (suponiendo que esto pudiera hacerse). Estos comentarios socavaron directamente la actitud de Trump hacia Putin y Rusia, y parecen haber sido idea de Kellogg (entre otros) para asegurarse de que la guerra en Ucrania continuara. Queda por ver si Kellogg volverá a aparecer como un actor en Ucrania.
Europa sin aire
A los líderes europeos pro guerra, junto con la UE, les llevará tiempo contemplar el futuro, ahora que prácticamente se les ha quitado la alfombra de debajo de los pies.
Los europeos no tienen ni armas, ni tropas, ni dinero para continuar la guerra en Ucrania. Tampoco obtendrán mucho apoyo para continuar la guerra si Estados Unidos no participa en ella. De hecho, si Europa quiere continuar sola, sin Estados Unidos, pondrá en riesgo el futuro de la alianza de la OTAN.
Muchos de los líderes europeos atraviesan problemas internos. Alemania, Francia, Polonia e incluso Rumania, donde se cancelaron las elecciones presidenciales para impedir que el principal candidato de la oposición fuera elegido, son ejemplos de la creciente inestabilidad en la clase dirigente europea. Las revelaciones sobre la interferencia de los Estados Unidos y la Unión Europea en el proceso electoral de Georgia, Serbia y Eslovaquia, y quizás también de Moldavia, ponen de relieve la naturaleza sórdida de la política actual en Europa.
La perspectiva de Trump
La administración Trump está liquidando la USAID, que ha estado actuando como una especie de fachada de la CIA en muchos de los países mencionados, incluida Ucrania. Al cortarse esa fuente de dinero y apoyo, la UE se enfrenta a un serio problema que va mucho más allá de las finanzas: el falso argumento de que la UE (y con ella, la OTAN) defiende la democracia ha quedado al descubierto. La pérdida de legitimidad es una amenaza real para las élites gobernantes.
Trump tiene una perspectiva geopolítica importante. Se trata de algo así: la seguridad europea es relevante, pero Rusia no la amenaza realmente. Estados Unidos se enfrenta a una China resurgente que tiene una base industrial muy moderna (proporcionada en gran medida por Occidente), una fuerza laboral enorme y un ejército cada vez mejor equipado y poderoso. Desde el punto de vista de Trump, necesita una Rusia más amistosa que pueda ayudar a equilibrar las relaciones de poder globales. Para llegar a esto, necesita encontrar formas de redefinir la relación entre Estados Unidos y Rusia, que está en un profundo caos y plagada de hostilidad mutua. En su conversación de 90 minutos con Putin, Trump se refirió a las capacidades económicas y tecnológicas que podrían, en el futuro, proporcionar una base para mejorar las relaciones.
Nadie puede decir por ahora si se podrá llegar a un acuerdo para Ucrania, pero hay motivos para ser más optimistas respecto a que ambas partes puedan llegar a algo.
Habrá que ver si los europeos contraatacan y tratan de sabotear un acuerdo sobre Ucrania. La realidad es que Europa tiene poco que hacer si Putin y Trump llegan a un acuerdo.
Fuente: La Razón