El Alto, 07 de mar 2025 (ATB Digital).- Dos viviendas clandestinas en la zona de Senkata, en El Alto, fueron intervenidas este viernes por comercializar patas de res en condiciones insalubres, lo que resultó en la aprehensión de dos propietarios y el arresto de 15 trabajadores.
El operativo, coordinado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y el Viceministerio de Defensa de los Derechos del Usuario y del Consumidor, expuso prácticas de procesamiento que ponían en riesgo la salud pública.
«Los olores eran insoportables. Las patas se hervían en turriles improvisados, sin normas de higiene, almacenaje o conservación», denunció el comandante regional de la Policía de El Alto, Adrián Álvarez.
Patas
Según las autoridades, en los domicilios se procesaban alrededor de 240 patas diarias, distribuidas a restaurantes y locales de comida que las utilizaban para preparar platillos.
Además, se evidenció que se evidenció que los productos se almacenaban en el piso y se utilizaban elementos, como baldes y turriles improvisados, que no cumplían con las condiciones de salubridad.
Álvarez detalló que los dos propietarios detenidos operaban estas «fábricas artesanales» ilegales, mientras que los 15 trabajadores arrestados (nueve hombres y seis mujeres) serán derivados al Ministerio Público.
«Los vecinos conocían esta actividad, pero no la denunciaron pese al fuerte olor que inundaba la zona», agregó el oficial.
El operativo incluyó el decomiso de los productos y equipos utilizados en el procesamiento. «El objetivo es precautelar la salud de la población. Estas patas llegaban a restaurantes, y eso nos alarma», subrayó Álvarez, quien instó a la ciudadanía a reportar actividades sospechosas, pues, en su criterio, ese tipo de actividades son “un atentado contra la salud de la población”.
Las autoridades investigarán los canales de distribución para identificar a los establecimientos que adquirieron los productos, mientras se advierte sobre los riesgos de consumir alimentos manipulados en entornos sin controles sanitarios.
Fuente: La Razón