La Paz, 24 de abr 2025 (ATB Digital) .- La región en la que se ha producido un nuevo terremoto es un puzzle tectónico en el que convergen 4 placas tectónicas.
Un terremoto de magnitud 6,2 ha sacudido Estambul, en Turquía, en uno de los sismos más fuertes registrados en la ciudad en los últimos años.
El epicentro del sismo de este miércoles, ocurrido a las 12:49 horas, se ubicó en la zona de Silivri, a unos 80 km al oeste de Estambul, con una profundidad de 6,92 km, según informó la agencia de desastres AFAD de Turquía.
Estambul es una ciudad de 16 millones de habitantes, ubicada en las costas europea y asiática del estrecho del Bósforo.
Hace dos años, Turquía sufrió el terremoto más mortífero y destructivo de su historia moderna. Ese terremoto de magnitud 7,8, ocurrido en febrero de 2023, causó la muerte de más de 55.000 personas y dejó heridas a más de 107.000 en el sur de Turquía y el norte de Siria.
convergencia de cuatro placas tectónicas
La razón de esta sorprendente actividad sísmica se debe a que en esta zona convergen cuatro placas tectónicas: las de Anatolia, Arábiga, Euroasiática y Africana. Estas masas de tierra, que forman la capa más externa de nuestro planeta, se desplazan constantemente y chocan entre sí.
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Los terremotos ocurren con mayor frecuencia en las líneas de falla, que originan fracturas en la superficie del planeta. Y en esta región existen dos grandes fallas transformantes, esto es, aquellas en las que se produce un desplazamiento lateral de una placa tectónica con respecto a la otra: se trata de la falla de Anatolia Septentrional (de 1.000 kilómetros de longitud) y la falla de Anatolia Oriental (de 700 kilómetros).

A medida que las placas tectónicas se empujan entre sí, pueden llegar a “atascarse” debido a la fricción. Cuando estas placas finalmente se “desatascan” como resultado de una acumulación de presión, liberan una gran cantidad de energía que se convierte en terremotos o tsunamis cuando las placas tectónicas convergen bajo el agua.
Además, a esto se suma que las placas tectónicas que hay en esta región se desplazan de manera lateral una respecto a la otra. Concretamente, la placa Arábiga se desplaza hacia el norte a razón de unos dos centímetros al año, mientras que la Africana se mueve en la misma dirección, pero a menor velocidad. Esta clase de desplazamiento origina terremotos más frecuentes y, también, más potentes.
Japón, otro ejemplo similar
Una de las regiones más parecidas a Siria y Anatolia es la de Japón. Allí también confluyen cuatro placas tectónicas que convergen en el Pacífico.
Este hecho provocó uno de los terremotos más fuertes y peligrosos de los últimos tiempos, aquel que ocurrió en 2011, y que originó un tsunami que arrasó la costa noreste de Japón, ocasionando la tragedia nuclear de Fukushima.
Fuente: National Geograpic