Mundo, 30 de abr 2025 (ATB Digital). – En cuestión de días, la película brasileña Inexplicable (Inexplicável) se convirtió en un fenómeno mundial tras su estreno en Netflix. El drama, dirigido por Fabrício Bittar, escaló rápidamente al Top 10 de la plataforma en 19 países y ya es el tercer filme en lengua no inglesa más visto globalmente, según informó la revista Veja.

Además de su emotiva narrativa, lo que ha sumado curiosidad por este filme es el hecho de que está inspirada en una historia real: la de Gabriel Montenegro Varandas, un niño de João Pessoa que fue desahuciado por la medicina y cuya recuperación aún hoy se considera un misterio.
La producción, que llegó a los cines brasileños en diciembre de 2024 antes de su desembarco en Netflix, fue producido por Clube Filmes y cuenta con guion de Fabrício Bittar y Andrea Yagui. La dirección de fotografía estuvo a cargo de Pedro Pipano.
Detrás de “Inexplicable”
La película está basada en el libro O Menino que Queria Jogar Futebol (El niño que quería jugar al fútbol, 2018), escrito por el periodista paraibano Phelipe Caldas. El autor relata el calvario que vivió Gabriel entre 2013 y 2014, cuando con apenas 8 años fue diagnosticado con un tumor cerebral maligno.
A pesar de una cirugía de emergencia aparentemente exitosa, el niño volvió al hospital al día siguiente con una meningitis bacteriana que lo dejó en estado de muerte cerebral.
Tras ser desahuciado por segunda vez, los padres de Gabriel, Yanna y Marcus Varandas, decidieron no rendirse. Fue entonces cuando el neurocirujano Christian Diniz propuso un tratamiento experimental con albúmina inyectable, una proteína producida por el hígado que se utiliza habitualmente en terapias para pacientes críticos, aunque no era habitual en casos como el de Gabriel.
Según material de referencia, “la albúmina participa en funciones como la transportación de hormonas y vitaminas, ayuda a la regulación del sistema inmunológico y a mantener la presión oncótica”. Dicha presión es esencial para evitar que el líquido se derrame en los tejidos y mantener el flujo sanguíneo.
En palabras del propio Marcus, el tratamiento era tan incierto que tuvo que firmar un consentimiento informado reconociendo “la alta tasa de ineficacia” del medicamento.
No había muchas probabilidades a favor del pequeño; sin embargo, contra todo pronóstico, el tratamiento funcionó. Gabriel comenzó a recuperar funciones vitales y poco a poco salió del estado crítico.
El caso sigue siendo objeto de estudio y se considera un fenómeno aislado, sin explicación científica clara.
La vida después del milagro
Tras 37 días internado y más de 30 procedimientos quirúrgicos, Gabriel regresó a su casa sin poder caminar, hablar ni recordar. Pero logró recuperarse. Hoy, con 20 años, está en la universidad y tiene grandes sueños.
“Gabriel estudia administración de empresas, está creando una start up para ayudar a que los pacientes se conecten mejor con sus psicólogos”, contó su padre en una entrevista con Globo. El proyecto fue inscrito en una competencia y obtuvo el séptimo lugar.
Con la dramatización de su historia en la pantalla grande, la familia no ha podido evitar los sentimientos encontrados.
Fuente: Infobae