Mundo, 02 de may 2025 (ATB Digital). – Los espejos naturales de agua de Coña Coña, Alalay, Quenamari y Cotapachi son refugio de varias especies de flora y fauna. Con las últimas lluvias, mejoraron su apariencia.
Las lagunas urbanas de Cochabamba están colmadas de agua y envueltas en fauna que, incluso, llega desde el otro lado del continente, como golondrinas de Norteamérica.
Las últimas lluvias permitieron que estos espejos naturales de agua alcancen su máxima capacidad y otros, incluso, rebalsen.
Bladimir Vargas, secretario municipal de Desarrollo Productivo, Rural y Medioambiente de la Alcaldía de Quillacollo, contó que la laguna de Cotapachi sobrepasó su límite, luego de mucho tiempo.
El panorama es similar en la laguna Alalay, cuya profundidad se triplicó, según información otorgada por el director de Medioambiente de la Alcaldía de Cochabamba, Elvis Gutiérrez.
La abundancia de agua en esas lagunas, así como en Quenamari y Coña Coña, les ha devuelto la vida y atrae, sobre todo, aves de diferentes especies.
Las más llamativas son las golondrinas. La ornitóloga Cindy Veizaga explicó que son aves migrantes boreales, que llegaron desde Estados Unidos y Canadá.
Añadió que, en esta época, la urbe suele recibir muchas especies sobre todo “migrantes altitudinales”, estos son las que llegan desde el Parque Nacional Tunari. Por ejemplo, los picaflores.
Las lagunas urbanas también son nido de aves que proceden de las alturas, como los flamencos o los patos.
“Las lagunas urbanas son muy importantes porque representan sitios de refugio y alimentación para gran cantidad de especies como (fulica ardesiaca, gallinula galeata), que son pollitas de agua que nidifican en la laguna”, remarcó la experta.
Añadió que estos espacios son refugio de patos y son zonas de paso de especies migrantes como “playeros”, los cuales se alimentan en orillas de las lagunas.
Fuente: Opinión