Mundo, 3 de junio 2024 (ATB Digital).- La obesidad infantil es uno de los grandes desafíos de salud pública a nivel mundial. Según la World Obesity Federation, para 2035 se estima que dos de cada cinco menores de entre 5 y 19 años tendrán sobrepeso u obesidad.
España no escapa a esta preocupante tendencia, ocupando el vigésimo lugar entre los países con mayor proporción de menores con un índice de masa corporal elevado. El estudio ALADINO (Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad, desarrollado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) reportó en 2023 una prevalencia de 20,2 % de sobrepeso y 15,9 % de obesidad en niños de 6 a 9 años.
A la luz de la crononutrición
En este contexto, los hábitos alimentarios cobran un rol clave. Pero más allá de qué y cuánto comen los niños, un nuevo enfoque ha ganado fuerza en los últimos años: la crononutrición, que estudia cómo el momento del día en que se ingieren los alimentos puede afectar el metabolismo. Este enfoque parte de la idea de que nuestros ritmos biológicos, regulados por el llamado reloj circadiano, influyen en los procesos metabólicos y la regulación corporal.
Con este marco teórico, el grupo de investigación VALORNUT de la Universidad Complutense de Madrid llevamos a cabo un estudio con el objetivo de analizar si el horario de las comidas y la duración de la ventana de alimentación (el intervalo entre la primera y la última comida del día) impactan en la calidad de la dieta y el estado nutricional de niños y niñas españoles.
Fuente: El País