La Paz, 7 junio 2025 (ATB Digital).- Con el descargue de dos buques de combustible en la terminal de Arica, Chile, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) apunta a superar el 100% en los despachos de diésel y gasolina, luego de varias semanas de irregularidades que ocasionaron largas filas en las estaciones de servicio y desabastecimiento.
“Con la descarga de los buques vamos a llegar a este 100%, incluso superar un poco más el 100% para poder reducir las filas”, afirmó el presidente de la petrolera estatal, Armin Dorgathen, en contacto con La Razón.
De acuerdo con el funcionario, en las últimas semanas, debido a que la terminal de Sica Sica se encontraba inoperante por las condiciones climatológicas, YPFB no pudo despachar los volúmenes para cubrir el 100% de la demanda nacional, pues los despachos se realizaban en un 80%.
Sin embargo, Dorgathen destacó que se ampliaron otros puntos de importación para que el combustible importado arribe al territorio nacional.
“Ingresamos combustible por Perú, que son diferentes puertos, en Mollendo, Callao, Pisco, también ingresamos por Paraguay, por Asunción, y por Campana, Argentina. Entonces, son diferentes puntos”, explicó.
Son 23 millones de litros de gasolina que se descargaron y el domingo se concluirá la descarga de otro buque que traslada 42 millones litros de diésel.
En ese sentido, Dorgathen indicó que en los próximos 10 días se podría realizar el descargo de los otros cuatro busques que también trasladan importantes cantidades de diésel y gasolina. Se espera que más de 100 cisternas lleguen el domingo a la planta de almacenaje de Senkata, en El Alto.
“Hasta las 06.00 de la mañana de hoy (sábado), estamos hablando de 17 cisternas que ya salieron; el carguío continúa y el objetivo es que podamos enviar más de 100 cisternas hasta el día de mañana”, señaló.
Sin embargo, el presidente de YPFB aclaró que no porque el combustible ingrese el domingo al país ese mismo día desaparecerán las filas en los surtidores, pero dijo que debería reducir la especulación y la preocupación de la población.
Fuente: La Razón