Mundo, 9 junio 2025 (ATB Digital).— El Consejo Nacional de Población estimó que, en 2024, 8 mil 218 niñas de entre 10 y 14 años se convirtieron en madres, es decir, 22 al día.
De acuerdo con un informe realizado a finales del año pasado, esta cifra significa una reducción de 4.4 por ciento respecto a 2023, cuando se registraron 8 mil 603 casos en el país.
Pese a la reducción, las cifras siguen siendo alarmantes.
“Se debe continuar con el reforzamiento o implementación de nuevas acciones que generen un mayor impacto, ya fin de lograr la meta de cero nacimientos ocurridos en niñas menores de 15 años”, señala el último informe de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes.
El gobierno mexicano tiene como objetivo, desde que se monitorean estos casos, erradicar por completo los embarazos en niñas y disminuir al menos en un 50 por ciento los embarazos adolescentes.
De acuerdo con el micrositio de la Estrategia, este fenómeno se ha convertido en un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género.
Por ello, prevenir su ocurrencia y, en el caso de infancias, erradicarlo, son objetivos estratégicos de la administración actual.
“Se considera fundamental dar continuidad a esta política pública enfocada en evitar uniones y embarazos a edades tempranas, lo que permitirá el pleno desarrollo de la niñez, las adolescencias y juventudes del país, esto a través del acceso y permanencia en la escuela para concluir sus estudios, lo que permite insertarse en el mercado laboral”, agrega el documento.
Ante estas circunstancias, el gobierno perfiló como prioridades la necesidad de seguir trabajando de manera coordinada para desarrollar acciones integrales que garanticen el cumplimiento de los derechos de la niñez y las adolescencias, incluido el acceso a educación integral en sexualidad.
Además, remarcó la importancia de incrementar el presupuesto para dar continuidad a la producción y difusión de materiales que lleguen a medios de comunicación nacionales, estatales y municipales.
“Incorporar el enfoque interseccional y específicas encaminadas a la atención de poblaciones históricamente vulneradas acciones, tales como personas con discapacidad, personas de la comunidad LGBTTIQ+, infancias trans y no binarias, personas en situación de movilidad y poblaciones callejeras, entre otras, así como redoblar acciones específicas dirigidas por y para comunidades indígenas y afromexicanas”, señala.
Y subrayó la importancia de abordar las uniones forzadas como prácticas que vulneran la autonomía, desestiman el consentimiento, limitan el desarrollo y la emancipación de los menores.
“Toda vez que la tendencia de niñas que se convierten en madres muestra un estancamiento, es necesario redoblar esfuerzos en la prevención y atención de la violencia sexual, así como el acceso a la justicia y restitución de derechos de las víctimas, además de trabajar en los otros determinantes asociados a los embarazos que tienen que ver con el entorno y el marco jurídico existente”, concluye.
Fuente: Milenio