Mundo, 22 de jun 2025 (ATB Digital).- Para las arañas, perder una o dos extremidades es tan normal como para nosotros extraviar calcetines en la lavadora. Si la muda sale mal, una pata se atasca en algún lugar o la pierden peleando, simplemente se desprenden de esa parte, que volverá a crecer. Lo realmente sorprendente es cómo se las arreglan cuando pierden más de una extremidad.
En un artículo publicado en el Journal of Experimental Biology, científicas de la Universidad de Temple (EE.UU.) revelaron que las tarántulas combinan diferentes tipos de marcha para compensar las pérdidas y poder correr tan rápido como antes.
El experimento
En la investigación, se analizaron especímenes de tarántula tigre guatemalteca (‘Davus pentaloris’), que habita en Guatemala y al sur de México.
Las investigadoras adhirieron cuidadosamente las patas delantera derecha y trasera izquierda a un trozo de cartón y esperaron a que las tarántulas se desprendieran de ellas para luego grabarlas desde arriba, capturando así cada detalle de sus movimientos mientras corrían.
Después, las especialistas les dieron tiempo a las arañas para que regeneraran sus extremidades y las filmaron de nuevo corriendo con las ocho patas intactas, antes de que otra vez se desprendieran de algunas y capturaran por tercera vez sus movimientos.
Incluso con una cantidad de capturas que superan las 43.000 y de movimientos para examinar que sobrepasan los 800, las científicas decidieron profundizar y se asociaron con expertos del Haverford College y The College of New Jersey (EE.UU.).
El equipo registró que, además de abrir más las patas, torcer el cuerpo un poco hacia un lado y zigzaguear con mayor frecuencia, los arácnidos seguían siendo igual de ágiles y rápidos, pues hasta habiendo sufrido amputaciones, parecían recuperar velocidad de carrera.
Tonia Hsieh, profesora de la Universidad de Temple y coautora del estudio, explica que, en teoría, las arañas con todas sus extremidades deberían alternar teniendo cuatro patas (la primera y la tercera de un lado, la segunda y la cuarta del otro) en contacto con el suelo en todo momento. Por su parte, las tarántulas con seis extremidades tienen dos opciones: alternar apoyando en el piso cuatro y dos patas, como si cojearan, o alternar con tres patas tocando el suelo a la vez.
Sin embargo, en la práctica, las arañas no seguían estas reglas. Las tarántulas que contaban con sus ocho extremidades a veces dejaban una pata apoyada mientras las otras cuatro descendían o levantaban la cuarta extremidad antes de tiempo, dejando solo tres en contacto con el piso.
Las que tenían dos patas menos alternaban aleatoriamente entre cojear hacia adelante con dos y correr con tres para mantenerse en movimiento.
Además, según las observaciones, las tarántulas parecían preferir sus patas traseras, que utilizan principalmente para propulsión, manteniéndolas en el suelo durante más tiempo cuando solo tenían seis patas.
Así, la investigación sugiere que las tarántulas no solo aprenden a correr luego de haber perdido más de una extremidad, sino que también alternan entre cojear y correr para seguir desplazándose.
Fuente: RT