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El cáncer de piel aumenta en jóvenes, advierten especialistas

Mundo, 11 julio 2025 (ATB Digital).— El cáncer de piel ha mostrado un crecimiento alarmante durante las últimas décadas. Aunque normalmente se relaciona su aparición con la exposición al sol, especialistas advierten que esta enfermedad puede desarrollarse en zonas del cuerpo que apenas reciben luz solar.

El melanoma, la variante más letal, mantiene una tendencia ascendente, en especial entre jóvenes y mujeres, lo que impulsa la revisión de los factores de riesgo y de las estrategias de prevención tradicionales. Según informó TIME, la incidencia de melanoma en personas menores de 30 años aumenta a un ritmo superior al de cualquier otro grupo etario.

Incremento de casos y tipos principales de cáncer de piel

De acuerdo con TIME, el melanoma no solo mantiene una tendencia ascendente, sino que afecta cada vez a personas más jóvenes, con una incidencia notable entre las mujeres. La preocupación se extiende en la comunidad médica, que observa cómo los casos en menores de treinta años aumentan más rápido que en otros grupos de población.

El doctor David C. Reid, profesor y jefe del departamento de dermatología en el Rush University Medical Center de Chicago, expone que la exposición excesiva al sol constituye la principal causa de cáncer de piel. Las áreas más afectadas suelen ser el rostro, el cuero cabelludo, las orejas, el cuello, la parte superior del pecho y las manos, ya que “son zonas que reciben mayor exposición solar acumulada a lo largo de la vida”, explicó Reid. No obstante, la enfermedad no se limita únicamente a estas regiones.

Factores de riesgo: más allá de la exposición solar

Aunque la radiación ultravioleta (UV) figura como el factor de riesgo más conocido, los expertos insisten en que no es el único. El cáncer de piel puede aparecer en partes del cuerpo que rara vez se exponen al sol, entre ellas las palmas de las manos, plantas de los pies, genitales, glúteos, párpados, la piel bajo las uñas e incluso dentro de la boca o la nariz.

“Las personas suelen sorprenderse al descubrir que áreas supuestamente protegidas, como el cuero cabelludo o la parte superior de los pies, pueden recibir exposición solar significativa”, advirtió la doctora Kathleen Suozzi, jefa de dermatología quirúrgica en la Yale School of Medicine y el Yale Cancer Center.

Junto a la exposición solar, existen otros factores que incrementan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Destacan la predisposición genética, la inmunosupresión (en especial en personas receptoras de trasplantes de órganos) y la inflamación crónica. El doctor Reid subraya que lesiones previas, como heridas o cicatrices, pueden originar tumores cutáneos incluso en ausencia de exposición solar.

La exposición ocupacional a ciertos productos químicos, como los que manejan bomberos y trabajadores industriales, representa otro factor relevante. Asimismo, algunos virus, dentro de los cuales se encuentra el virus del papiloma humano (VPH), están asociados a cánceres de piel en zonas genitales.

El doctor Anthony Rossi, dermatólogo y cirujano de Mohs en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center y director médico de Joya Health, especifica que el VPH “es un virus muy común y no se transmite únicamente de forma sexual; también puede propagarse por contacto no sexual con piel infectada”.

El bronceado artificial se considera una amenaza significativa. Según la Skin Cancer Foundation, quienes han utilizado camas solares o lámparas de bronceado en algún momento tienen un 29% más de riesgo de desarrollar carcinoma basocelular y un 83% más de carcinoma escamocelular en comparación con quienes nunca lo han hecho. Los especialistas consideran que la popularidad de estos métodos contribuye al aumento de melanoma entre los jóvenes.

Características de los tres tipos principales de cáncer de piel

El cáncer de piel se clasifica en tres tipos principales: carcinoma basocelular, carcinoma escamocelular y melanoma. Cada uno presenta características clínicas y zonas de aparición típicas.

El carcinoma basocelular es el más común y suele asociarse a la exposición solar crónica. La doctora Susan Massick, profesora asociada de dermatología en el Ohio State University Wexner Medical Center, indica que este cáncer suele presentarse en el rostro (nariz, labios y mejillas), orejas y cuello. Aunque “no es particularmente agresivo, puede complicarse si no se detecta y trata prontamente”, advierte Massick.

El carcinoma escamocelular ocupa el segundo lugar en frecuencia. Suele manifestarse en el rostro, las orejas, el cuello, los labios y el dorso de las manos, aunque puede surgir en cualquier zona corporal. El doctor Reid explica que “el carcinoma escamocelular prefiere áreas expuestas al sol, aunque puede aparecer en cicatrices, úlceras crónicas o a partir de infecciones virales, en regiones protegidas del sol”. Si se identifica en etapa temprana, su tratamiento resulta eficaz, pero puede invadir tejidos circundantes si se retrasa su manejo.

El melanoma, el tercer tipo más frecuente, tiende a formarse en zonas expuestas, como el pecho, el torso y la espalda en los hombres, y las piernas en las mujeres, según el doctor Rossi. No obstante, la doctora Massick aclara que puede aparecer en áreas no expuestas, entre ellas las mucosas de la nariz y la boca, así como en el ojo. El melanoma es el tipo más peligroso, ya que puede extenderse a otros órganos si no se detecta y trata precozmente.

Prevención y recomendaciones para reducir el riesgo

La prevención del cáncer de piel implica adoptar rutinas cotidianas y hábitos responsables. El empleo diario de protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (SPF) de 30 o superior resulta fundamental durante todo el año. El doctor Rossi aconseja reaplicar el protector cada dos horas durante la exposición al aire libre y usar la cantidad apropiada: “La dosis debe llenar un vaso de chupito para cubrir el cuerpo, más dos o tres dedos para cara y cuello”.

La Skin Cancer Foundation recomienda complementar el protector solar con ropa protectora con factor de protección ultravioleta (UPF), sombreros de ala ancha y gafas de sol que bloqueen al menos el 99% de la radiación UVA y UVB. Estas precauciones son útiles también al conducir, dado que los rayos UVA atraviesan los vidrios de las ventanas. Rossi sugiere incluso el uso de guantes de conducción para proteger la piel de las manos.

El doctor Reid aconseja consultar el índice UV diario, disponible en aplicaciones meteorológicas de teléfonos inteligentes. “Un valor de tres o más indica que corresponde tomar precauciones”, como buscar sombra al mediodía. Por su parte, la doctora Suozzi insiste en que debe evitarse el uso de camas solares y reducir la radiación UV en procedimientos como las manicuras con gel.

Detección temprana y autoexploración de la piel

La autoexploración mensual de la piel se considera clave para una detección precoz. Es importante revisar toda la superficie corporal, incluyendo la espalda, el cuero cabelludo y las áreas genitales. Para examinar zonas de difícil acceso, se puede contar con la ayuda de otra persona o emplear espejos.

El doctor Rossi advierte que individuos con cabello claro, pelirrojo o con pérdida de densidad capilar poseen menos protección natural contra la radiación, por lo que recomienda separar el cabello por secciones durante la revisión para examinar el cuero cabelludo en detalle.

El doctor Reid agrega que no debe olvidarse la inspección de uñas y plantas de los pies, ya que el melanoma acral lentiginoso tiende a aparecer en las palmas, las plantas o bajo las uñas, y es más frecuente en personas con tonos de piel más oscuros.

Para identificar melanoma, los expertos aconsejan el método ABCDE: A de asimetría (una mitad del lunar o mancha difiere de la otra), B de borde (irregular o poco definido), C de color (variación de tonalidades marrón, negro, blanco, rojo o azul), D de diámetro (mayor que una goma de borrar de lápiz) y E de evolución (cambios en tamaño, color o forma).

Las señales varían según el tipo de cáncer. El carcinoma basocelular puede presentarse como un bulto perlado, una llaga que no cicatriza o una mancha rosada y escamosa, señala la doctora Massick. El carcinoma escamocelular puede aparecer como una mancha rosada y escamosa, un crecimiento similar a una verruga o un área gruesa y rugosa que sangra, forma costras o no cicatriza.

La doctora Suozzi insiste en que “no es solo una cuestión de lunares; cualquier cambio persistente en la piel debe llamar la atención”. Si alguna alteración persiste por más de un par de meses, se recomienda acudir a un dermatólogo.

“Cualquier cambio persistente en la piel debe llamar la atención”, remarca la especialista.

Importancia del control médico y las revisiones periódicas

La detección precoz resulta fundamental para mejorar el pronóstico ante el cáncer de piel. El doctor Rossi aconseja realizar una revisión dermatológica anual de cuerpo completo. Durante estas consultas, el especialista puede tomar muestras de lesiones sospechosas y enviarlas a laboratorio para confirmar o descartar su carácter maligno. Según TIME, la clave reside en identificar cualquier anormalidad cutánea en sus primeras fases, independientemente de la zona donde aparezca.

Los expertos coinciden en que la vigilancia activa, tanto por medio de autoexámenes mensuales como con visitas regulares al dermatólogo, configura la mejor estrategia para disminuir el impacto del cáncer de piel. La información publicada por TIME recalca la relevancia de mantenerse atentos ante cualquier cambio persistente e insiste en la importancia de buscar atención médica ante la menor duda, dado que una intervención precoz puede ser decisiva para el tratamiento y la supervivencia.

“El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento y la supervivencia”, subraya el consenso médico.

Fuente: Infobae

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