La Paz, 20 de jul 2025 (ATB Digital).- Pese a que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) despacha volúmenes de combustible al 100%, todavía persisten las filas por diésel en las estaciones de servicio de algunas regiones.
En criterio de Marcos Durán, director de Comercialización e Incorporación de Hidrocarburos de YPFB, esto se debe a que la demanda diaria del carburante incrementó y ya no es de 7,5 millones de litros diarios como se estima.
“Aproximadamente son 7,5 millones de litros que despachamos de forma diaria de diésel a nivel nacional (…), pero esta sobredemanda está por encima de esa cantidad”, afirmó en conferencia de prensa.
YPFB
Además, el funcionario recordó que aproximadamente el 90% del diésel es importado, lo que dificulta cuestiones logísticas y su llegada, pues se debe destinar una mayor cantidad de divisas para su importación.
La situación es diferente con la gasolina, ya que el país únicamente importa el 55% del consumo nacional. El porcentaje restante se produce dentro del propio territorio. Por ello, Durán considera que las filas por gasolina son más cortas y su abastecimiento es más regular.
El director de YPFB reiteró que el “problema estructural” de la petrolera estatal es la falta de divisas, que impide que se pueda importar volúmenes de carburantes por encima del 100% para satisfacer la sobredemanda que se generó.
Además, Durán señaló que ese incremento en la demanda también provoca especulación y acopio. Estas prácticas alteran los volúmenes disponibles en los surtidores.
“Estas actividades están siendo cada vez más controladas para efectivizar que no exista ese acopio o también una reventa ilegal que se está dando en el caso correspondiente en el combustible correspondiente. Eso, efectivamente, también nos afecta dentro de una planificación normal que tiene YPFB”, explicó.
En ese sentido, espera que con la llegada de más buques, tres que están a la espera de una ventana operativa en Arica, Chile, y otros dos que están en tránsito, se pueda tener una provisión más fluida de combustible.
Fuente: La Razón