La Paz, 23 de jul 2025 (ATB Digital) .- La riqueza natural y cultural de Bolivia se expresa en una hazaña sin precedentes que une las cumbres de los Andes con las profundidades del Amazonas. La expedición Pipilintu (que significa mariposa en aymara), zarpa desde Guanay y avanza con determinación por los ríos Mapiri y Kaká.
“Desde las cumbres andinas hasta las profundidades de la Amazonía, los ríos de Bolivia se convierten en protagonistas de una travesía (…). Cuatro navegantes franceses, cautivados por la cultura ancestral y la majestuosidad de ríos bolivianos, decidieron rendir homenaje al Bicentenario con una hazaña sin precedentes; recorrer 3.600 kilómetros (km) a remo y vela, desde Guanay hasta el océano Atlántico”, según un reporte de la Armada Boliviana.
Se trata de los franceses Fabien Gallier, Erwan Rolland, Thomas Merzlic y Benjamin Vaysse, quienes a bordo de una balsa de totora construida artesanalmente en Huatajata recorrerán una ruta que contempla la expedición nacional de más de 1.200 km.
La balsa recorrió cerca de 210 kilómetros, arribó a Rurrenabaque, en el departamento de Beni, desde donde el pasado martes reanudó su viaje rumbo a Riberalta, con destino final en Cachuela Esperanza.
Desde el inicio, el 14 de julio, la Armada Boliviana fue pieza clave en esta travesía, brindando apoyo logístico y seguridad en una cuenca de desafíos naturales constantes.
Más allá de la protección, la institución naval aporta sus conocimientos en navegación, mantenimiento de embarcaciones y recolecta datos ambientales que enriquecen la investigación nacional.
Según la institución naval, su presencia no solo garantiza la integridad de los expedicionarios, sino que también fortalece la identidad fluvial del país y reafirma el compromiso con la soberanía, la integración territorial y la defensa de las históricas rutas acuáticas.
El zarpe desde Rurrenabaque hacia Riberalta marca el inicio de los 845 kilómetros finales en Bolivia, cerrando así una etapa nacional que ha sido acompañada con dedicación por la Armada.
“La travesía internacional que sigue proyecta con orgullo la riqueza de la cultura acuática boliviana más allá de sus fronteras, consolidando a Bolivia como un país de herencia fluvial viva y poderosa”, refiere la Armada.
Fuente: ABI