Mundo, 4 de agosto 2025 (ATB Digital).- Darth Vader nunca dijo “Luke, yo soy tu padre”. Tu serie de libros infantiles favorita era Los osos Berenstain, no Los osos Berenstein. Y la vaca del queso “La vaca que ríe” nunca tuvo un arete en la nariz.
Estos son algunos de los ejemplos más famosos de un fenómeno conocido como el efecto Mandela, una experiencia en la que el público recuerda colectivamente de forma errónea una imagen, un acontecimiento o una frase.
Es posible que los avances tecnológicos modernos, como la inteligencia artificial generativa, puedan dar lugar a una confusión similar, pero con consecuencias potencialmente negativas. El papel exacto que podría desempeñar la IA en la creación de nuestros recuerdos es algo que interesa descubrir a los expertos tanto en memoria humana como en desinformación de IA.
Así es como el efecto Mandela explica la ciencia de los recuerdos erróneos.
¿Qué es el efecto Mandela?
El efecto Mandela es un tipo de recuerdo colectivo falso en el que muchas personas recuerdan los mismos detalles incorrectos sobre un evento, una frase o una imagen.
“Cuando pensamos en recuerdos falsos, solemos pensar en ellos de forma individual, como: ‘Oh, recuerdo que mi segunda fiesta de cumpleaños fue así’, pero cuando miras las fotos [es diferente]”, dice Wilma Bainbridge, profesora adjunta de psicología en la Universidad de Chicago que ha estudiado el efecto Mandela. “Lo que realmente llama la atención del efecto Mandela es que se trata de una forma de recuerdo falso que se da en varias personas”.
El término fue acuñado en 2009 por la investigadora paranormal Fiona Broome cuando se dio cuenta de que muchas personas compartían un recuerdo falso sobre la muerte de Nelson Mandela, presidente sudafricano. Mandela murió en 2013 a causa de una infección pulmonar, pero muchas personas recuerdan erróneamente que murió mientras estaba en prisión en la década de 1980 por luchar contra el apartheid.
Desde entonces, han surgido ejemplos en diferentes formas con la ayuda de las redes sociales, que han reunido a personas para descubrir estas experiencias compartidas. Bainbridge afirma que la infancia de los millennials es a menudo el caldo de cultivo de este efecto, ya que son algunos de los usuarios más activos de redes sociales como Instagram o Reddit, donde se han observado estos efectos. Dicho esto, el efecto también se puede observar en algunas iconografías más antiguas, afirma.
Estos recuerdos alterados suelen ser inofensivos. Sin embargo, en esencia, el efecto Mandela nos hace dudar de nuestros propios recuerdos e incluso de nuestro sentido de la realidad.
Investigación detrás del efecto Mandela
Los estudios científicos sobre el efecto Mandela son relativamente nuevos, pero los científicos llevan décadas estudiando la creación de recuerdos falsos. Esto forma parte del trabajo que Aileen Oeberst realiza como profesora de psicología social en la Universidad de Potsdam, en Alemania.
Parte de lo que hace que los recuerdos sean tan falibles es que el cerebro utiliza la misma zona, el hipocampo, tanto para la imaginación como para el almacenamiento de la memoria, explica Oeberst.
“Eso ya sugiere algunas consecuencias importantes para los recuerdos falsos”, afirma. “Sabemos por investigaciones que, si las personas imaginan algo repetidamente, tienden a creer en algún momento que realmente lo han experimentado y que se trata básicamente de un recuerdo”.
Cuando recuperas un recuerdo, tu cerebro no lo reproduce como un vídeo, sino que lo reconstruye, lo que lo hace susceptible de ser mal recordado. Por ejemplo, una persona puede llenar los vacíos de su memoria con detalles que espera que sean ciertos basándose en estereotipos. O puede filtrar un recuerdo a través de un prisma cargado de emociones y, en última instancia, recordar lo que sucedió como algo mejor o peor de lo que realmente fue.
Los recuerdos novedosos, emotivos y relevantes para uno mismo son más susceptibles a estos cambios porque tendemos a recordarlos y hablar de ellos a menudo, afirma Oeberst.
Sin embargo, curiosamente, estas explicaciones no encajan del todo con lo que ocurre en el efecto Mandela, afirma Bainbridge. En su trabajo de 2022, Bainbridge y su coautora, Deepasri Prasad, descubrieron que un recuerdo del efecto Mandela puede formarse incluso en contraposición a un estereotipo.
Ejemplos del efecto Mandela
Para comprender mejor cómo se crea uno, Bainbridge y Prasad estudiaron las reacciones de las personas ante diferentes iconografías, como Jorge el Curioso o las colas de Pikachu, el traje de Mr. Monopoly o el logotipo de Volkswagen.
Tomemos como ejemplo el logotipo de Fruit of the Loom, dice Bainbridge. El logotipo de la marca es un racimo de uvas con una manzana en el centro, que flota sobre un fondo blanco.
“El falso recuerdo más común es que hay una cornucopia gigante alrededor de la fruta [en el logotipo]”, dice Bainbridge. “Pero vemos fruta muy a menudo en nuestra vida cotidiana, ¿y cuándo vemos una cornucopia?”.
Bainbridge y Prasad incluso sembraron otra imagen falsa del logotipo de Fruit of the Loom, esta vez colocando la fruta en un plato en lugar de en una cornucopia, pero los participantes siguieron eligiendo la cornucopia con más frecuencia que la versión del plato y el logotipo real.
Esta investigación no determinó de forma concluyente qué es exactamente lo que hace que diferentes iconos o acontecimientos sean susceptibles al efecto Mandela, pero Bainbridge afirma que pudieron determinar que las imágenes sencillas con solo un par de peculiaridades interesantes parecen ser las más memorables. Los investigadores también descubrieron que lo que la gente recuerda erróneamente sobre estas imágenes es muy coherente y se refuerza con la repetición. En el futuro, Bainbridge está interesado en ampliar este trabajo para estudiar exactamente qué es lo que hace que una imagen sea memorable e incluso aplicar ingeniería inversa para crear nuevos efectos Mandela.
Esta idea de consolidar los recuerdos falsos a través de la exposición repetida es parte de lo que podría hacer que las imágenes falsas generadas por la IA sean tan peligrosas, afirma Prasad, que ahora es estudiante de posgrado en psicología y ciencias del cerebro en Dartmouth.
“Creo que la desinformación, especialmente cuando se presenta como verdad de forma repetida, podría conducir sin duda a la creación de recuerdos falsos o, como mínimo, a dudar de la validez de los propios recuerdos”, afirma.
Los falsos recuerdos y la IA
Si los osos Berenstain son un ejemplo destacado del efecto Mandela, la imagen viral del difunto papa Francisco con una chaqueta acolchada gigante de Balenciaga es un ejemplo destacado de cómo podría ser este fenómeno en el mundo de la IA.
“El papa con un abrigo mullido fue una de las primeras [imágenes generadas por IA] que se hizo viral”, afirma Jen Golbeck, profesora de la Facultad de Información de la Universidad de Maryland, donde estudia la IA, las redes sociales y la confianza en Internet. “Y probablemente haya gente que vio esa imagen y no se dio cuenta de que era generada por IA. Estamos en un momento muy interesante en el que la gente sabe que debe desconfiar, pero a algunas personas simplemente no les importa”.
Según Golbeck, hay una serie de factores adversos que han favorecido la propagación de este tipo de desinformación, entre ellos el auge de los sitios web de «noticias falsas», la erosión de la confianza en las instituciones durante la pandemia de COVID-19 y el aumento de contenidos cada vez más convincentes generados por la IA genérica. El riesgo de ser engañado por la IA no solo proviene de las creaciones impulsadas por humanos, sino también de creer en las alucinaciones de la IA.
Incluso para aquellos que se enorgullecen de ser buenos detectando imágenes generadas por IA, cada vez es más difícil hacerlo. Uno de los mayores riesgos, según Oeberst, es que nuestro cerebro está predispuesto a olvidar la información de origen más rápidamente que el contenido. Esto significa que podemos recordar cómo era una imagen falsa generada por IA, pero olvidar que debemos desconfiar de ella.
Dado que la IA generativa es nueva y está en evolución, los investigadores desconocen sus riesgos futuros. Sin embargo, están ansiosos por explorar la influencia de esta tecnología tanto en los falsos recuerdos individuales como en el efecto Mandela.
Tanto Oeberst como Prasad están interesados en saber si las imágenes de IA falsas se creerán más fácilmente si refuerzan las creencias u opiniones de alguien, y Golbeck está interesada en descubrir si la IA puede desempeñar un papel en el refuerzo de los falsos recuerdos.
Los investigadores coinciden en que será importante realizar estudios a largo plazo para comprender el alcance de estas interacciones entre la memoria, las imágenes y la IA.
En cuanto a lo que todos podemos hacer ahora mismo para proteger nuestros recuerdos, Golbeck afirma que es importante apoyarse en la comunidad.
“Un paso importante es crear un grupo de personas en las que realmente confíes”, afirma Golbeck. “Como periodistas, científicos, políticos, a quienes hayas evaluado realmente y que te vayan a dar información correcta, aunque no sea lo que quieres oír. Creo que eso es fundamental”.
Fuente: National Geographic