Mundo, 11 de agosto 2025 (ATB Digital).- En una entrevista exclusiva para la revista Empire, el cineasta mexicano Guillermo del Toro ofreció detalles inéditos de su esperado largometraje Frankenstein, que prepara su llegada a Netflix en noviembre. Del Toro abordó el proceso creativo, la construcción de personajes y la reinvención visual que caracterizan su adaptación del mito moderno.
“Hay algo que la mayoría de las películas de Frankenstein no capturan: la ansiedad, el ‘¿funcionará?’, el ‘tengo que hacerlo rápido’”, comentódel Toro al describir su versión de la obra maestra de Mary Shelley.
Frankenstein representa más que una obsesión para Guillermo del Toro; implica la culminación de una influencia vital a lo largo de su carrera. “Puedes verlo en Hellboy, puedes verlo en Blade II, puedes verlo casi en cualquier oportunidad que tengo”, señaló sobre el legado de esta historia en su filmografía.
Sin embargo, nunca antes se había enfrentado a una versión directa de la novela. Ahora, el cineasta disecciona el desafío de otorgar nueva vida a uno de los monstruos más célebres de la literatura y el cine, eligiendo caminos estilísticos y temáticos propios para relatar un clásico universal.
El momento crucial de la creación
Ninguna adaptación de Frankenstein se considera completa sin la emblemática escena en la que Víctor Frankenstein, interpretado por Oscar Isaac, da vida a su criatura. Sin embargo,del Toro se propuso dotar este hito de una emoción distinta a la habitual.
“Le dije es lo que ha estado buscando durante toda la película. Hagámoslo como un concierto, como Leonard Bernstein dirigiendo una orquesta, o Rick Wakeman con cinco sintetizadores, tocándolos al mismo tiempo. Quiero tener esa alegría.’” El director insistió en que la mayoría de las versiones anteriores no lograron capturar ese instante de ansiedad y urgencia que enfrenta un científico al rozar los límites de lo imposible.
En busca de romper con los clichés clásicos, prescindió de tormentas eléctricas y las sombras angulosas que fueron sello de películas anteriores. “Estaba interesado en evitar ciertos clichés asociados con la creación”, aseguró a Empire. El cineasta eligió cambiar el clima visual y emocional del nacimiento de la criatura, priorizando el frenesí y la emoción sobre los efectos espectaculares.
La visión de Víctor Frankenstein: el antihéroe
La manera en que el cineasta de 60 años retrata a Víctor Frankenstein se aleja de la visión romántica inocente y lo sitúa como una figura compleja, casi trágica. “En última instancia, Víctor es el antihéroe”, sostuvo el director.
El científico aparece como un genio obsesionado que, en su desafío a la muerte, termina sembrando destrucción. Para del Toro, el personaje recuerda a “los hermanos tecnológicos que quieren crear algo, pero las consecuencias no están muy bien pensadas”.
La metáfora musical continúa en la confección del personaje: “Víctor es como una estrella de rock en la comunidad médica, pero rebelde”, comentó. Para reflejar esa audacia, se optó por diseños elegantes y detalles como pantalones acampanados y botas con tacón, sin cruzar completamente la línea del exceso.
Selección y trabajo físico tras la Criatura
El papel de la Criatura recayó finalmente en Jacob Elordi, conocido actor cuya incorporación se debió a la inesperada salida de Andrew Garfield por conflictos de calendario, pocos meses antes de iniciar las grabaciones.
“Estoy tan eufórico con esa colaboración como nunca he estado en mi vida, con nadie”, declaró el cineasta sobre la llegada de Elordi al elenco. La condición física del actor resultó determinante, ya que el maquillaje corporal completo implicó un proceso de alrededor de seis horas diarias, más las horas habituales de rodaje.
Lejos de representar una jornada sencilla, el actor debía permanecer varias jornadas recostado para las escenas clave. “Si estás descansando sobre una mesa, no es un día terrible”, añadió, valorando el esfuerzo del equipo.
Innovando en el maquillaje y la apariencia de la criatura
La imagen de la Criatura presenta novedades notables respecto a la iconografía tradicional del personaje. El rostro, oculto en parte por una máscara de drenaje inspirada en modelos dentales del siglo XIX, anticipa una transformación progresiva.
“Este es el preámbulo de la gran revelación”, explicó del Toro. Junto con Mike Hill, experto en maquillaje, buscó distanciar al personaje de los referentes clásicos como el diseño de Jack Pierce, evitando expresamente la piel verde y los tornillos en el cuello.
“Tratamos de evitar, con toda franqueza eso. Le mostré a Mike una imagen de una estatua de un santo desollado en alabastro”, describió. Las líneas visibles en la piel refieren a la meticulosa reconstrucción realizada por Víctor Frankenstein.
Además, la apariencia del monstruo no permanecerá constante a lo largo de la película: “Para que el maquillaje de un monstruo no se vuelva rancio durante una película, tienes que cambiarlo”. El diseño irá evolucionando en homenaje a clásicos como los ilustrados por Bernie Wrightson, con detalles como cabello largo y una “belleza condenada al fracaso”.
Un universo gótico desde el estudio
Para dar vida al universo de Frankenstein, del Toro y su equipo recorrieron locaciones en el Reino Unido y Canadá, pero la emblemática secuencia de la creación se filmó en un estudio de Toronto. “Queríamos que esta fuera una película de la forma en que solían hacer películas entre comillas”, explicó el director, haciendo referencia a la magnitud y detalle de los decorados.
Bajo la dirección artística de Tamara Deverell, todos los elementos, incluida la icónica mesa en forma de ‘Y’, fueron fabricados exclusivamente para la producción. “La mesa es una de las piezas de escenografía más hermosas. Espero que haya sido cómodo, por el bien de la espalda de Elordi”, comentó entre risas del Toro.
Frankenstein estará disponible en Netflix en noviembre, sumándose así a la extensa filmografía de Guillermo del Toro y reescribiendo una vez más el mito moderno, ahora desde su propia perspectiva creativa.