La Paz, 30 de ago 2025 (ATB Digital).- Es jueves. Wilson Zambrana Delgado espera sentado en el pretil de una de las puertas de la Vicepresidencia del Estado su ingreso al Banco Central de Bolivia (BCB). Dos días antes, el instituto emisor develó el mural que pintó en seis meses.
Lleva consigo el boceto que dio vida a su obra en el frontis del edificio del 32 plantas entregado en 1981, sobre la calle Ayacucho, en la ciudad de La Paz.
Junto a un funcionario del BCB, el artista nacido en Oruro el 17 de noviembre de 1973 espera un último trámite, un informe sobre su obra pictórica llamada Madre Tierra, que la entidad bancaria estatal, en ocasión de los 200 años de la independencia de Bolivia, la rebautizó con Mural del Bicentenario.
Experiencia extraordinaria
Con la mirada a su mural, Zambrana cuenta a La Razón que pintarlo “fue una experiencia extraordinaria ya que no solamente se puso a prueba la experiencia en otros murales, sino una técnica muy difícil”.
Se refiere a la técnica de la piroxilina que, según recuerda, fue usada por muchos artistas mexicanos y bolivianos como Miguel Alandia Pantoja o Wálter Solón Romero, cuya principal característica es el secado rápido.
De la piroxilina explica que “el material es tóxico, de secado brusco y nada práctico para manipularlo, pero muy durable”. Incluso cuenta que la técnica requiere de la preparación de la superficie a través de laboratorio y la intervención de trabajos de albañilería.
Si bien la trayectoria de Zambrana es larga, desde antes de cuando estudió en la Academia de Bellas Artes de Oruro, dice que haber ganado el concurso para el mural propiciado por el Banco Central y haber firmado Madre Tierra resultó la coronación de su carrera. “Éste fue el trabajo más enconado que tuve, sería como el culmen de mi carrera, que fue una prueba para toda mi experiencia”, confiesa.
Motivos
Y explica los motivos de la obra, que a la luz de los ojos muestra a la Madre Tierra, un potente trabajador con el torso desnudo, Diego Huallpa de la Casa de Moneda de Potosí, las estructuras de la explotación del petróleo, el edificio del BCB, las salmueras del salar de Uyuni, el Cerro Rico, el dios Sol, la tricolor, la wiphala, el patujú, la tea de Murillo, un jaguar, un cóndor, un campesino, unos mineros, un zafrero, el edificio histórico del Banco Mercantil, el mapa de Bolivia con la insignia del BCB y una multitud de bolivianos de los nueve departamentos, entre otros elementos.
“Representa a la historia económica del país y de los principales hitos que han contribuido al desarrollo económico del país, al oriente y al occidente”, explica.
Fue un trabajo de seis meses, con interrupciones especialmente climáticas otras inesperadas.
En distintas fases, Zambrana trabajó también con distintos artistas, entre ellos los consagrados Álvaro Huayllas, Gustavo Limachi, Eliazar Loza y Jhonny Masi, y otros dos estudiantes.
Zambrana Delgado es además escultor y artista de galería, con varias exposiciones nacionales e internacionales, también sobre muralismo. Otros murales de su autoría se muestran en las estaciones del teleférico de Oruro.
Fuente: La Razón