Tarija, 1 de sep 2025 (ATB Digital).- En 2012, más de un tercio de la población tarijeña era considerada pobre (34,59%). Para 2024, esta cifra bajó a 21,38%, lo que significa que una de cada cinco personas aún vive con carencias estructurales
En los últimos doce años, Tarija ha logrado avances en la reducción de la pobreza medida por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Los datos del Censo de Población y Vivienda 2024 muestran una caída sostenida tanto de la pobreza moderada como de la extrema. Sin embargo, detrás de estos indicadores alentadores se mantiene una realidad que persiste: las zonas rurales siguen rezagadas frente a las urbanas, generando una brecha estructural difícil de cerrar.
En 2012, más de un tercio de la población tarijeña era considerada pobre (34,59%). Para 2024, esta cifra bajó a 21,38%, lo que significa que una de cada cinco personas aún vive con carencias estructurales. La pobreza extrema también mostró mejoras, pasó del 3,20% al 1,28%, lo que representa una reducción de casi dos tercios.
A pesar de este progreso, la pobreza en el área rural sigue siendo el talón de Aquiles del departamento. Mientras en las ciudades la pobreza alcanza al 12,15% de la población, en el campo se dispara al 42,33%. En términos de indigencia, la brecha es aún más marcada: 3,62% en zonas rurales frente a 0,25% en las urbanas.
Factores detrás de la pobreza
La medición de la pobreza por NBI incluye seis dimensiones que reflejan la calidad de vida de la población: Materiales de la vivienda, mejoraron de forma sostenida, sobre todo en áreas urbanas; espacios en la vivienda, es el indicador más crítico, más del 65% de la población sufre hacinamiento o carece de espacios adecuados; servicios de agua y saneamiento, cobertura en expansión, aunque las deficiencias rurales persisten.
Por otro lado, los insumos energéticos, se consolidó el acceso a energía eléctrica y combustibles limpios, una de las áreas con mayor avance; en educación, hubo una reducción del analfabetismo y mayor cobertura, pero los rezagos rurales siguen marcados; en salud, hay mejor acceso a servicios, aunque con disparidades importantes entre el campo y la ciudad.
Estos indicadores muestran que la pobreza en Tarija no es homogénea, mientras el progreso urbano se acelera, el ámbito rural avanza a un ritmo más lento.
Una mirada provincial
El panorama provincial permite ver con más detalle las desigualdades internas del departamento.
La provincia Arce, pasó de un 40,04% de pobreza en 2012 a 25,62% en 2024. Sin embargo, la ruralidad sigue golpeada: 42,31% de pobres frente a 14,38% en el área urbana.
En la provincia Avilés, tenía en 2012 más de la mitad de su población en pobreza (59,46%) y bajó a 39,70% en 2024. El área rural concentra el problema (42,92%).
Mientras tanto, en Cercado, donde se encuentra la capital departamental, es la que presenta mejores cifras: 13,34% de pobreza en 2024, aunque su zona rural aún llega al 41,55%.
En la Región Autónoma del Chaco, redujo su pobreza del 37,72% al 23,80%. El hacinamiento es su mayor reto, ya que más del 72% de su población carece de espacios adecuados en la vivienda.
La tierra de Méndez, bajó de 53,36% a 33,10% en 12 años, pero todavía 1 de cada 3 habitantes es pobre.
O’Connor, es la provincia con mayor rezago: aunque pasó de un 60,79% en 2012 a 43,09% en 2024, sigue siendo la más afectada por la pobreza. Su brecha urbano-rural es dramática: 51,95% de pobreza en el campo contra 8,01% en áreas urbanas.
Acceso a servicios básicos
La brecha en cuanto a los servicios de agua y saneamiento básico es notable entre el área urbana y rural.
Solo entre 40% y 70% de la población rural tiene acceso a agua por cañería. El resto depende de: pozos, ríos, vertientes o lagos, agua de lluvia y camiones cisterna.
En lo que respecta a saneamiento básico, menos del 30% de las viviendas rurales cuenta con alcantarillado o cámara séptica. Persiste el uso de: letrinas, pozos ciegos, defecación al aire libre.
El desafío rural
Los datos reflejan un patrón, mientras los centros urbanos logran avances sostenidos y muestran niveles de pobreza cercanos a los promedios nacionales, el mundo rural sigue atrapado en un círculo de carencias.
La falta de servicios básicos, la precariedad en la vivienda, el limitado acceso a educación de calidad y los problemas de salud continúan siendo barreras para el desarrollo rural. El contraste es tal que, en provincias como Cercado, la indigencia rural (2,96%) es 16 veces superior a la urbana (0,19%).
Gobierno destaca reducción de la pobreza
Tras haberse conocido los nuevos indicadores que ha arrojado el Censo de Población y Vivienda 2024, el Gobierno ha destacado la disminución de la pobreza en Bolivia, asegurando que las mediciones en la calidad del hogar, servicios, salud y educación muestran una mejora.
El director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia, mencionó que al analizar la pobreza desde un punto de vista multidimensional, con el enfoque de necesidades básicas insatisfechas (NBI) hace que la pobreza caiga de 4.373.376 habitantes en 2012 a 3.251.613 en 2024.
Fuente: El País Tarija