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Un casete de ADN capaz de almacenar todos los archivos digitales del mundo

Mundo, 18 de sep 2025 (ATB Digital).- Una vieja tecnología regresa con un nuevo propósito: los casetes de ADN han llegado, no para reproducir música ochentera, sino para almacenar datos digitales a una escala que desafía toda capacidad conocida. Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en Guangdong (China), han creado un sistema de almacenamiento inspirado en los antiguos casetes de audio, pero basado en moléculas sintéticas de ADN, que permite guardar hasta 36 petabytes de información en una sola unidad.

El ADN como soporte digital

Ya se había experimentado antes con el uso de ADN para almacenar información digital, aprovechando la capacidad de codificar datos en las bases nitrogenadas (A, T, C, G) que componen esta molécula biológica. Sin embargo, lo novedoso de esta investigación liderada por Xingyu Jiang es el formato físico de la cinta: una especie de casete que contiene una tira de plástico con ADN impreso en su superficie.

Esto permite una manipulación física más intuitiva y práctica, evocando el uso de medios analógicos, pero con la eficiencia y capacidad del mundo digital. En términos simples, cada secuencia de bases del ADN funciona como una cadena de bits: los cuatro nucleótidos reemplazan los ceros y unos tradicionales, permitiendo la codificación de cualquier tipo de archivo, desde textos hasta videos en alta definición.

Diseño inspirado en el pasado

El formato casete no es simplemente una decisión nostálgica. Se trata de una estructura compacta, protegida y fácil de replicar. El ADN es sintetizado y luego impreso sobre una cinta plástica, que se enrolla dentro de una carcasa que recuerda a los casetes de música. Esta presentación facilita su transporte, almacenamiento y manipulación, aspectos clave cuando se piensa en el uso a gran escala de esta tecnología.

Cada uno de estos casetes puede contener una cantidad de datos que hoy requeriría cientos de discos duros convencionales. Para tener una idea, 36 petabytes equivalen a más de 100 millones de canciones en formato MP3 o a decenas de miles de películas en calidad 4K.

Ventajas frente a medios tradicionales

Uno de los mayores atractivos del almacenamiento en ADN es su durabilidad. Mientras que los discos duros o unidades SSD tienen una vida útil limitada (de unos pocos años o décadas), el ADN puede conservar información durante milenios si se almacena correctamente. Así como los científicos han logrado leer genomas de mamuts extintos, también podríamos recuperar archivos digitales dentro de miles de años, siempre que el sistema de lectura sobreviva.

Otro punto fuerte es la densidad de almacenamiento. Mientras que un disco duro de 2 terabytes ocupa el espacio de una mano, un gramo de ADN puede albergar hasta 215 petabytes. Aunque esta versión en casete es menos densa por la necesidad de soporte físico y manipulación externa, sigue siendo mucho más eficiente que cualquier tecnología actual.

Los desafíos del casete de ADN

No todo es inmediato ni perfecto. A pesar de sus ventajas teóricas, el uso práctico del ADN como almacenamiento masivo enfrenta varios retos. El primero es el costo de sintetizar y leer ADN, que sigue siendo considerablemente alto. Aunque los precios han bajado en los últimos años, siguen lejos de ser competitivos para usos cotidianos o comerciales a gran escala.

Otro obstáculo es el tiempo necesario para escribir y leer información. A diferencia de un disco duro que accede a datos en milisegundos, el proceso de leer ADN requiere secuenciadores moleculares y puede tardar minutos o incluso horas. Sin embargo, investigaciones recientes están acelerando este proceso. Un estudio citado por New Scientist sugiere que la decodificación de datos en ADN podría hacerse en minutos en lugar de días, lo que allana el camino hacia una aplicación más fluida.

Aplicaciones potenciales

Donde esta tecnología puede brillar en el corto y mediano plazo es en el almacenamiento de archivos que no requieren acceso frecuente, como archivos históricos, copias de seguridad de instituciones o repositorios científicos. Museos, universidades y gobiernos podrían usar casetes de ADN para guardar documentos cruciales, mapas genéticos o bases de datos enteras sin preocuparse por su degradación.

En un escenario futuro, cuando la infraestructura para leer y escribir ADN esté más extendida, podríamos imaginar bibliotecas enteras del conocimiento humano condensadas en una colección de casetes del tamaño de una caja de zapatos.

Hacia un nuevo paradigma

La iniciativa del equipo de Xingyu Jiang no solo aporta una mejora técnica, sino también una reinterpretación del almacenamiento digital. Al unir una tecnología biológica con un diseño clásico y accesible, logran un puente entre lo conocido y lo emergente. El casete de ADN podría convertirse en el equivalente moderno de una biblioteca de Alejandría, donde cada cinta guarda tesoros de información digital.

El camino aún es largo, pero las bases están puestas. Y como ocurre con los buenos casetes, quizá sea momento de rebobinar lo aprendido y volver a grabar el futuro con nuevas secuencias.

Fuente: wwwhatsnew

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