ATB RADIO

EN VIVO

ATB Digital
Tecnología

Una explosión negra en la década: por qué los físicos creen que podríamos ver estallar un agujero negro pronto

Mundo, 18 de sep 2025 (ATB Digital).- Los agujeros negros siempre han sido uno de los misterios más intrigantes del cosmos. Pero una nueva investigación liderada por físicos de la Universidad de Massachusetts Amherst podría cambiar radicalmente lo que creíamos saber sobre ellos. Contrario a la creencia popular de que las explosiones de agujeros negros ocurren una vez cada 100.000 años, este equipo sostiene que existe una probabilidad del 90% de presenciar una en los próximos diez años. Y no cualquier tipo: se trataría de un agujero negro primordial.

Qué es un agujero negro primordial

A diferencia de los agujeros negros formados por el colapso de estrellas, los agujeros negros primordiales (PBH, por sus siglas en inglés) habrían nacido menos de un segundo después del Big Bang. Son objetos hipotéticos que podrían haberse originado a partir de fluctuaciones de densidad en los primeros momentos del universo. A pesar de ser extremadamente densos, podrían tener masas mucho menores a las de los agujeros negros tradicionales.

Estos pequeños titanes del cosmos serían también más calientes, lo que significa que emitirían más radiación. Este fenómeno fue predicho por Stephen Hawking en los años 70 y se conoce como radiación de Hawking. Cuanto más pequeño es el agujero negro, más rápido pierde masa por esta vía, generando un proceso de evaporación acelerado que podría culminar en una explosión observable.

Cómo podríamos ver una explosión

El equipo de la Universidad de Massachusetts Amherst argumenta que no se trata de esperar a que ocurran milagros cósmicos improbables, sino de prepararnos para algo que está al alcance de nuestras tecnologías actuales. Ya contamos con telescopios capaces de detectar la radiación de Hawking que emitiría un PBH en el momento de su estallido.

Según Andrea Thamm, coautora del estudio, este tipo de explosión liberaría un abanico completo de partículas subatómicas, tanto conocidas como propuestas teóricamente, incluyendo posibles candidatos a materia oscura. Es como si el universo nos ofreciera una lista detallada de sus ingredientes, con nombres y apellidos.

Un nuevo enfoque teórico: la carga eléctrica oscura

La clave del estudio está en una reevaluación de un supuesto muy arraigado: que los agujeros negros, incluidos los primordiales, no tienen carga eléctrica. El equipo de UMass Amherst cuestionó esta idea y propuso un modelo alternativo conocido como «dark-QED», una versión teórica de la fuerza eléctrica que involucra una partícula hipotética llamada electrón oscuro.

En este modelo, si un PBH tuviera una pequeña carga eléctrica oscura, podría mantenerse estable durante más tiempo antes de finalmente explotar. Esta carga funcionaría como un freno temporal al proceso de evaporación. Y una vez liberado ese freno, se desataría la explosiva desaparición final.

La importancia de observar un PBH

Observar una de estas explosiones no sería simplemente un dato curioso para la ciencia. Implicaría la primera confirmación directa de la radiación de Hawking y la primera evidencia empírica de la existencia de agujeros negros primordiales. Pero hay algo más profundo: podría ofrecernos un inventario completo de las partículas que componen el universo. Desde los quarks y electrones, hasta el enigmático bosón de Higgs y partículas aún desconocidas.

Este catálogo permitiría responder una pregunta que ha acompañado a la humanidad desde el inicio de la filosofía: ¿De qué estamos hechos y cómo se originó todo?

Cuáles son los próximos pasos

El equipo liderado por Michael Baker y sus colegas no afirma que la explosión sea inevitable, pero sostiene que, dadas las condiciones actuales del universo y las capacidades tecnológicas disponibles, hay una alta probabilidad de que ocurra pronto. Están convencidos de que vale la pena estar preparados, con telescopios listos y programas de observación activos.

No se trata solo de mirar al cielo esperando fuegos artificiales, sino de afinar nuestra atención para captar una señal efímera pero cargada de significado. Tal como lo explicaba uno de los investigadores, la duración de esta señal podría ser brevísima, como el parpadeo de una luciérnaga en la noche, pero su brillo podría encapsular la historia entera del universo.

Reacciones y escepticismo

Como era de esperar, no todos en la comunidad científica están convencidos. Algunos expertos consideran que esta nueva propuesta tiene más de modelo especulativo que de predicción empírica. Las dudas se centran en la validez del modelo «dark-QED» y en la posibilidad real de que los PBH tengan carga eléctrica, aunque sea en el marco de una fuerza oscura.

Aun así, el estudio ha sido publicado en Physical Review Letters, una de las revistas más prestigiosas del ámbito físico, lo cual le otorga un nivel de credibilidad y seriedad que no puede ser ignorado.

Por qué debería importarnos

Más allá de la teoría y la observación, lo que está en juego es la posibilidad de reescribir parte de la historia del universo con información tangible. Observar un PBH explotar no solo confirmaría una predicción de Hawking hecha hace medio siglo, sino que podría abrir nuevas puertas a la comprensión de la materia oscura, las fuerzas fundamentales y los límites de la teoría cuántica.

Es una invitación a mirar el cielo con más que admiración: con expectativa científica. Como si el universo estuviera a punto de contarnos un secreto que ha guardado durante 13.800 millones de años.

Fuente: wwwhatsnew

Noticias relacionadas

Avance cuántico: Control de átomos con luz UV

Sergio Aliaga

Nuevas imágenes de la NASA revelan la auténtica apariencia de Urano y Neptuno

ATB Usuario

Murió Carlos Menem, el hombre que nació para una cosa pero hizo la opuesta