Mundo, 16 de oct 2025 (ATB Digital).- Diversos estudios científicos sugieren que adelantar la hora de la cena puede tener un impacto positivo en la salud y la longevidad. Comer más temprano permite al organismo procesar mejor los alimentos, mantener estables los niveles de glucosa y reducir el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes o la obesidad.
Investigaciones publicadas en revistas como Cell Metabolism y Nature Aging indican que cenar al menos tres horas antes de dormir favorece la digestión, mejora la calidad del sueño y optimiza el funcionamiento del metabolismo circadiano, es decir, el reloj interno del cuerpo que regula los ritmos biológicos.
Además, estudios sobre ayuno intermitente y restricción calórica han mostrado que reducir el tiempo en que se ingieren alimentos puede estimular mecanismos de reparación celular y disminuir la inflamación, dos factores clave para ralentizar el envejecimiento.
En resumen, los expertos coinciden en que comer temprano y evitar las cenas copiosas antes de dormir no solo mejora el descanso, sino que también puede contribuir a una vida más larga y saludable.
Fuente: Infobae