Tarija, 8 de dic 2025 (ATB Digital) .- FEPT, PROMETA y organizaciones de Tarija cuestionan que el aporte de los usuarios —vigente desde 2022— permanezca inmovilizado mientras la Reserva de Sama enfrenta una crisis de financiamiento y falta de guardaparques.
La Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT) y la ONG Prometa, junto a diversas instituciones y organizaciones de la región, hicieron pública una carta abierta dirigida al Consejo de Administración de la Cooperativa de Agua y Alcantarillado Sanitario de Tarija (Cosaalt). En el documento, solicitan explicaciones claras sobre protección y conservación de las fuentes que abastecen a la ciudad y al Valle Central, las que se encuentran bajo la protección de la Reserva de Sama.
Hay que recordar que Cosaalt, distribuye y factura el agua generada mayoritariamente en las fuentes de agua de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama, sin realizar ningún aporte para su gestión, ni para el fortalecimiento de su programa de protección y cuerpo de guardaparques. En contraste otras instancias como la Plataforma privada Apoya Sama que agrupa a las empresas Casa Real, Campos de Solana, Aranjuez, Khulman, Concepción y Cerámica Guadalquivir, y el Fondo Municipal de Agua de Tarija y Cercado, ya realizan aportes significativos.
Desde septiembre de 2022, los 46.090 usuarios de Cosaalt aportan voluntariamente un boliviano adicional en cada factura de agua. Ese recurso tiene un destino específico: alimentar un fondo destinado a la conservación de bosques, fuentes de agua y zonas de recarga hídrica asociadas a la Reserva Biológica Cordillera de Sama. Más de tres años después, sin embargo, las instituciones firmantes denuncian que el fondo “existe, pero no funciona”: los recursos permanecen inmovilizados y no están cumpliendo el propósito para el que fueron creados.
La carta abierta señala que la cooperativa no ha aprobado el reglamento de funcionamiento ni las directrices administrativas básicas que permitan operar el mecanismo de forma transparente y eficiente.
La preocupación se agrava si se toma en cuenta el contexto actual de la Reserva Biológica Cordillera de Sama. El área protegida enfrenta una crisis de financiamiento que deja a apenas seis guardaparques a cargo de la vigilancia de 108.500 hectáreas, sin vehículos suficientes, sin combustible garantizado y con un presupuesto que cubre aproximadamente solo una cuarta parte de sus necesidades mínimas de operación. En este escenario, la existencia de un fondo específico para proteger las fuentes de agua de Tarija, que no se ejecuta, resulta para las instituciones “incomprensible e injustificable”.
El programa Apoya Sama y el Fondo Municipal de la Naturaleza, producto de un proceso que lleva adelante PROMETA, con el apoyo del Fondo Mundial de la Naturaleza WWF y en alianza con FUNDESNAP, demuestra, en la práctica, que cuando el dinero para la conservación se administra con reglas claras, transparencia y seguimiento, se pueden generar resultados visibles en el territorio. Sin embargo, todas las instituciones involucradas coinciden en que estos esfuerzos siguen siendo insuficientes frente a la magnitud de los desafíos que enfrenta la Reserva. Precisamente por eso, el Fondo de Agua administrado por Cosaalt debería ser un aliado clave y no un recurso dormido en las cuentas de la cooperativa.
La carta recuerda que, sin una inversión efectiva en la conservación de Sama, el propio servicio que presta la cooperativa queda en riesgo. “No se puede hablar de seguridad hídrica si no se invierte en la protección de los bosques y de las fuentes de agua que sostienen el sistema”, subraya el documento.
En la carta abierta se pide a la cooperativa que informe con precisión cuánto se ha recaudado desde septiembre de 2022, y por qué no se han cumplido los compromisos asumidos. Se solicita, además, que se apruebe su reglamento de funcionamiento, en el que debe figurar claramente el destino de los recursos apoyando la gestión y el programa de protección de la Reserva de Sama.
Las organizaciones reclaman también un compromiso explícito de transparencia, que incluya la rendición pública de cuentas sobre el uso de los fondos recaudados en las facturas de los usuarios. “No estamos solicitando nada extraordinario. Simplemente exigimos que el dinero que todos los tarijeños aportamos para proteger nuestras fuentes de agua se use efectivamente para ese fin”, señala el texto.
Advierten que fuentes de agua están en riesgo
El pronunciamiento concluye con una advertencia y un llamado a la acción: la Reserva de Sama “no puede seguir esperando”. Cada día sin protección adecuada implica un aumento en el riesgo para las fuentes de agua, para la seguridad hídrica de la ciudad y para el futuro de Tarija. “Si los tarijeños no protegemos nuestra agua, nadie lo hará por nosotros”, enfatiza el documento, al tiempo que deja abierta la puerta a un diálogo constructivo con Cosaalt.
Recursos
Desde septiembre de 2022, los 46.090 usuarios de Cosaalt aportan voluntariamente un boliviano adicional en cada factura de agua.
Las instituciones recalcan que este no es un gesto de confrontación, sino una exigencia de responsabilidad, coherencia y respeto por los aportes de miles de usuarios que confían en que su contribución mensual se traduzca en acciones concretas para cuidar el agua que da vida a la región.
Fuente: El País Tarija