La Paz, 25 de mayo 2025 (ATB Digital).- En solo 24 horas de la promulgación del decreto supremo que refuerza la presencia de efectivos militares en la línea fronteriza del país, se afectó al contrabando, tanto a la inversa como de importación, en aproximadamente Bs 1,4 millones.
“Estamos hablando de las 10.00 de la noche (del viernes) al balance del día de ayer (sábado), también a las 10.00 de la noche, en 24 horas se ha afectado al contrabando en 1,4 millones de bolivianos. Se ha hecho comisos importantes”, informó el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez, en entrevista con Bolivia Tv.
La autoridad recordó que el viernes el presidente Luis Arce dispuso que 1.480 militares refuercen el control ya existente en las zonas fronterizas con el fin de evitar la salida de productos nacionales.
De acuerdo con Velásquez, son más de 90 puntos de control, en los que se trabaja las 24 horas del día y toda la semana, que se instalaron a lo largo de la línea fronteriza.
Estas medidas, en menos de 24 horas lograron el decomiso de vehículos indocumentados, ropa usada, 40 garrafas de gas, más de 100 quintales de azúcar, entre otros.
Asimismo, aclaró que los 27.000 litros de aceite decomisados en Uncia, Potosí, no habían sido producidos en el país, como se creyó originalmente, sino que se trata de contrabando de importación de Argentina.
Velásquez indicó que el refuerzo militar permitió identificar nuevos puntos de salida ilegal de los productos y alimentos nacionales, por lo que se confiscó varios productos en diferentes operativos.
“Se ha identificado nuevos puntos, es por eso que tenemos mejores resultados, especialmente en el contrabando a la inversa”, afirmó. El sábado, se realizó un sobrevuelo para identificar los pasos clandestinos en el departamento de Pando, que sirve como punto de salida para países como Perú y Brasil.
El ministro aclaró que no se trabaja solo en fronteras, sino que las líneas de control operan también en las carreteras, en caso de que los contrabandistas superen los puntos de control en las zonas fronterizas.
Fuente: La Razón