La Paz, 25 de may 2025 (ATB Digital) .- Fueron 12 las y los pequeños que hace unos días protagonizaron el “Taller de Pintura y Escultura Inclusivas” para niños y niñas de 6 a 12 años con discapacidad visual y baja visión, organizado por el Museo Nacional de Arte (MNA), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), y se hizo de manera coordinada con el Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC).
El taller fue impartido por la artista Milka Ponce en la Sala Lúdica y Didáctica “Munay” del MNA, para ampliar la agenda cultural a una mayor comunidad para que la misma tenga acceso al patrimonio artístico y cultural de manera más democrática.
Esta actividad tuvo tres etapas diferenciadas por las herramientas usadas: la primera etapa fue olfativa, la segunda etapa fue táctil y la tercera etapa fue artística, con la cual los pequeños realizaron obras de arte.
En la primera etapa, la tallerista puso en pequeños frascos diferentes condimentos y alimentos muy perfumados, tales como canela, clavo de olor y orégano, entre otros, para que los niños y las niñas primera tengan una referencia en la memoria de qué les recordaban esos aromas.
Los 12 pequeños coincidieron en hablar de sus madres o abuelitas, hablar de los mimos que les daban a través de platillos familiares. Sin duda, fue una etapa muy emotiva para todos los presentes por los dulces recuerdos que manifestaron.
La segunda etapa estuvo constituida por materiales que las y los infantes no sólo deberían reconocer sino lograr crear alguna forma. En unos casos, el equipo del museo y la artista Ponce les proporcionaron plastilina y en otros tenían cajas o figuras de legos para lograr nuevas formas.
Y la tercera etapa fue la más emocionante para los 12 visitantes, ya que se trató de la fase en que estuvieron en contacto con los pinceles, los papeles y las pinturas. Y por supuesto, su hermosa creación artística fue eminentemente intuitiva, pero no por eso menos bella: ante la pregunta que se le hizo a un pequeño sobre qué sentía con lo que había pintado, él respondió “siento que le falta un color”. Y al hacer la misma pregunta a su compañera de mesa, ella respondió “yo siento que a mi cuadro le faltan dos colores”.
Luego de culminar sus creaciones y cuidando el bienestar de cada uno de ellos, colocaron sus cuadros en exposición para ser apreciados por sus docentes del Instituto, así como por las madres de familia presentes.
La Sala Lúdica y Didáctica “Munay” será escenario para más actividades dedicadas a las infancias y para generar en ellas el interés y el amor por el patrimonio artístico y cultural boliviano.