Mundo, 4 junio 2025 (ATB Digital).— Una familia de mapaches se coló a finales de mayo en una planta de Airbus cerca de Montreal, Canadá, que fabrica los modelos A220, paralizando temporalmente la producción en la instalación.
Todo comenzó cuando el personal notó algo extraño en el tren de aterrizaje de uno de los aviones en construcción: no era una pieza fuera de lugar, sino una señora mapache bien instalada, como si estuviera a punto de abordar rumbo a Cancún, pero sin boleto.
El inesperado hallazgo dio lugar a una inspección exhaustiva que reveló la presencia del resto de la pandilla, cinco cachorros de la ‘dama’ poniendo ‘patas a la obra’ en el sabotaje de la producción aeronáutica. Uno de los empleados de la planta confesó a Reuters que un colega suyo “se topó con un mapache cara a cara después de haber subido al avión”.
Los trabajadores tuvieron que suspender temporalmente la producción y revisar cada rincón del enorme complejo para asegurarse de que ningún mapache se hubiera apuntado a clases de pilotaje. Finalmente, lograron capturar a todos los integrantes del clan y trasladarlos a un lugar seguro.
El paso de los invasores peludos no fue inocuo. Los mapaches dejaron huella, literalmente. Royeron cables en uno de los aviones y, por si fuera poco, usaron el interior del aparato como su baño personal. Porque si uno va a invadir un Airbus, lo mínimo es marcar territorio.
Airbus no ha confirmado si los seis mapaches serán contratados como parte del equipo de pruebas de resistencia, pero es poco probable que esto les importe lo más mínimo a los pequeños visitantes: lo disfrutado, disfrutado está.
Fuente: RT