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OpenAI cambia su política de privacidad: ChatGPT conservará tus conversaciones indefinidamente

Mundo, 14 de jun 2025 (ATB Digital).- La privacidad digital vuelve a estar en el centro del debate tras un anuncio que no ha pasado desapercibido: OpenAI ha confirmado que guardará de forma indefinida los registros de conversación de ChatGPT. Este cambio no es voluntario, sino que responde a una orden judicial derivada de una demanda presentada por The New York Times. Pero, ¿qué implica esto realmente para los millones de usuarios de este popular chatbot?

¿Por qué OpenAI guardará nuestros datos?

Todo parte de una batalla legal entre OpenAI y The New York Times. El periódico neoyorquino alega que ChatGPT podría estar reproduciendo contenido con derechos de autor sin permiso, y como parte del proceso judicial ha exigido que se conserven todos los registros de uso. Esta solicitud ha sido respaldada por un juez, obligando a OpenAI a archivar todas las conversaciones mantenidas en ChatGPT, incluso aquellas que antes se eliminaban automáticamente tras 30 días.

Brad Lightcap, director de operaciones de OpenAI, ha manifestado que esta orden judicial entra en conflicto directo con los principios de privacidad que la compañía ha defendido desde sus inicios. En sus palabras, se trata de una «renuncia a normas de privacidad ampliamente aceptadas».

Quiénes se ven afectados por esta medida

Esta retención de datos afecta a la gran mayoría de los usuarios de ChatGPT:

  • Usuarios del plan gratuito.
  • Usuarios de las suscripciones Plus y Pro.
  • Usuarios de la API de OpenAI.

En cambio, hay algunas excepciones importantes. Los clientes de ChatGPT Enterprise y ChatGPT Edu pueden definir sus propias políticas de retención de datos, y los usuarios del API con configuración de Zero Data Retention están fuera de este requerimiento, ya que sus datos no se almacenan en los servidores de OpenAI.

¿Significa esto que nuestros datos están a la vista de todos?

Una preocupación lógica ante esta noticia es pensar que las conversaciones podrán ser consultadas por terceros, pero OpenAI ha aclarado que no es así. La información no será compartida automáticamente con The New York Times ni con ninguna otra entidad externa.

Los registros estarán protegidos y disponibles solo para un equipo legal interno, que opera bajo protocolos estrictos de auditoría y cuya única función es cumplir con las obligaciones legales del caso.

Impacto sobre la privacidad y cumplimiento del RGPD

OpenAI ha reconocido abiertamente que esta nueva política de retención podría entrar en conflicto con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) vigente en la Unión Europea. Aunque la empresa asegura que está tomando medidas para alinear sus prácticas con los requisitos europeos, también afirma que la solicitud del NYT entra en contradicción con dichos estándares.

Este punto podría abrir una nueva vía legal en Europa, donde la protección de datos personales es una prioridad absoluta y la conservación indefinida de conversaciones podría ser objeto de investigaciones o sanciones.

¿Podemos hacer algo como usuarios?

En el corto plazo, no hay opciones para evitar que OpenAI conserve nuestras conversaciones si utilizamos ChatGPT en sus versiones Free, Plus o Pro. Sin embargo, quienes tengan preocupaciones mayores por su privacidad podrían:

  • Usar alternativas que ofrezcan una gestión más estricta de los datos.
  • Solicitar acceso o eliminación de datos si residen en regiones donde la ley lo permita (como la UE).
  • Optar por usar el API con política de Zero Data Retention, aunque esto no es una opción viable para la mayoría de usuarios individuales.

Un cambio que podría marcar precedente

Este tipo de decisiones judiciales tienen consecuencias que van más allá del caso puntual. Al obligar a OpenAI a preservar los datos de millones de personas sin un plazo claro de eliminación, se abre la puerta a que otros actores legales o corporativos exijan lo mismo en futuros litigios.

Como cuando alguien guarda todas las notas que ha escrito desde hace años «por si acaso», pero sin saber qué hará realmente con ellas, esta situación pone en jaque el principio de minimización de datos, una piedra angular de la privacidad digital moderna.

El conflicto entre derechos de autor y privacidad está lejos de resolverse. Esta decisión judicial muestra cómo una demanda puede desencadenar cambios drásticos en la forma en que se gestionan nuestros datos personales. Si bien OpenAI intenta apelar y limitar el impacto, por ahora el escenario obliga a repensar cómo interactuamos con las herramientas de inteligencia artificial.

Fuente: https://wwwhatsnew.com/

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