Mundo, 05 de agos 2025 (ATB Digital) .- Las patas de pollo son las extremidades inferiores del ave y comprenden desde la articulación de la pierna hacia abajo, incluyendo la zona denominada tarso, los dedos y las garras.
En la gastronomía, se utilizan como alimento en diversas culturas, donde se pueden cocinar en caldos, guisados, fritos o al vapor.
Y a pesar de que no suelen ser una de las piezas favoritas de muchas personas, en realidad se trata de una gran fuente de colágeno y proteína pues las patas de pollo contienen cartílago, piel y tendones.
El consumo y la preparación varían según la región y las tradiciones culinarias y no debes dudar en incluirlas en tu dieta, ya que brindan un gran número de beneficios, tales como los que te contamos a continuación.
Cuáles son los beneficios de comer patas de pollo
Comer patas de pollo aporta varios beneficios para la salud, principalmente relacionados con su contenido nutricional:
- Alto contenido de colágeno: Las patas de pollo son ricas en colágeno, una proteína que ayuda a mantener la salud de la piel, las articulaciones y los huesos.
- Mejora la salud articular: El colágeno y otros nutrientes presentes contribuyen a la lubricación y regeneración del cartílago, favoreciendo la movilidad articular.
- Aporte de proteína y minerales: Contienen proteínas, calcio, fósforo, magnesio y otros minerales necesarios para el funcionamiento del organismo.
- Beneficio para la piel: El consumo de colágeno puede ayudar a mantener la elasticidad y firmeza de la piel, y a reducir signos de envejecimiento.
- Favorece la recuperación muscular: Los aminoácidos presentes en el colágeno apoyan la regeneración de tejidos después del ejercicio.
- Promueve la salud digestiva: El colágeno contribuye al mantenimiento de la mucosa intestinal, beneficiando el proceso digestivo.
Cómo comer patas de pollo de manera saludable para obtener sus beneficios
Para comer patas de pollo de manera saludable y aprovechar sus beneficios puedes realizar las siguientes recomendaciones:
- Preparación adecuada: Limpia cuidadosamente las patas antes de cocinarlas, retirando la piel exterior y las uñas si es necesario.
- Métodos de cocción: Prefiere cocinarlas en caldos, sopas o guisados, evitando técnicas como fritura para reducir el contenido de grasa y calorías.
- Desgrasado: Durante la cocción, retira el exceso de grasa que se forme en la superficie del caldo para obtener una preparación más ligera.
- Acompañamientos: Integra las patas de pollo en sopas con verduras frescas, leguminosas y cereales integrales para lograr un platillo más completo y nutritivo.
- Porciones y frecuencia: Consume las patas de pollo en porciones moderadas, dentro de una dieta variada y equilibrada, para no exceder el aporte calórico o de colesterol.
- Higiene: Asegúrate de cocinarlas completamente para eliminar cualquier riesgo de bacterias y evita el consumo de productos preparados en condiciones poco higiénicas.
Comer patas de pollo en caldos y guisos permite obtener el colágeno, proteínas y minerales que aportan, optimizando sus beneficios para articulaciones, piel y huesos, manteniendo un perfil saludable en su consumo.
Fuente: Infobae