Tarija, 24 de sep 2025 (ATB Digital).- A comparación de gestiones pasadas, las ventas siguen cayendo y el sector sigue creciendo, sin embargo, advierten que el bajo movimiento económico ha orillado a varios a tener que dejar el país y trabajar afuera para pagar sus deudas
La crisis económica en Tarija aún no toca fondo. Así lo advierte el sector gremial, que reporta una contracción sostenida de la actividad comercial y una disminución en las ventas respecto al año pasado. Paradójicamente, mientras los ingresos se reducen, el número de gremiales sigue creciendo, una tendencia que contrasta con los datos del Censo 2024, que reveló que 5 de cada 10 trabajadores en Tarija se encuentran en la informalidad.

Según reportes del sector, a diciembre de 2024 las ventas habían caído un 60% en comparación con el año anterior. Para julio de este año, la disminución alcanzaba el 50%, confirmando que la recuperación económica sigue lejos de concretarse.
El secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores Gremiales de Bolivia, Enoc Ocampo, expresó su preocupación por la situación. “Estamos terminando otro año y la crisis es peor que la anterior. Ninguna autoridad se preocupa por el sector gremial, menos el Gobierno. Es una situación crítica, pero seguimos trabajando. Lo preocupante es que cada vez se suman más gremiales porque hay mucha gente desempleada”, señaló.
Ocampo recordó que inicialmente había expectativas en las nuevas autoridades para revertir la crisis, sin embargo, admitió que la solución no llegará en el corto plazo. Los datos censales revelan que el desempleo en Tarija se ha triplicado, empujando a miles de personas hacia la informalidad.
En ese contexto, ciudades como Bermejo, que hasta hace poco era un centro dinámico de comercio fronterizo con Argentina, se han convertido en focos de atracción para personas provenientes incluso de otros departamentos que buscan sobrevivir en el comercio informal.
Entre deudas y pobreza
La difícil coyuntura, advierte Ocampo, está llevando a miles de familias a la pobreza extrema. “Hay familias que no pueden llevar el pan de cada día a su casa. La mayoría además tiene deudas con los bancos y no están pudiendo cumplir. Muchos están pensando en migrar para trabajar afuera y mandar dinero a Bolivia para pagar lo que deben”, subrayó.
En medio de este panorama, el dirigente resaltó la importancia del proyecto de ley de diferimiento de créditos que actualmente se debate en la Cámara de Senadores. Considera que su aprobación sería un respiro para el sector: “Esa norma permitiría un periodo de respiro, porque las deudas están empezando a asfixiar”.
“Ustedes han visto que los gremiales se han dedicado, muchos a vender ropa usada, muchas ferias han crecido, en todos los barrios, los mercados y eso es producto de la situación económica, y es no queremos, Bolivia no quiere, Bolivia quiere que nosotros seamos emprendedores y podamos fabricar nuestra propia ropa y propias cosas”, indicó.
El sector gremial enfrenta así un 2025 incierto. Mientras la economía no repunte y el desempleo siga empujando a miles a la informalidad, el panorama para los trabajadores por cuenta propia se perfila cada vez más complejo.
Fuente: El País Tarija