Mundo, 05 de nov 2025 (ATB Digital).- La Estación Espacial Internacional (EEI) ha estado habitada permanentemente desde el año 2000, sirviendo como un icono de la cooperación internacional en el espacio. Joan Anton Català, divulgador científico especialista en temas de astronomía y astrofísica, destaca que tras más de dos décadas en órbita, “hay fatiga, hay elementos técnicos que tienen su fatiga”, esperando que la EEI alcance el final de su vida útil alrededor de 2030. Con la salida de socios clave como Rusia, la obsolescencia técnica se ha acelerado y el desmantelamiento es inminente.
Ubicada a 400 kilómetros de altura, la EEI representa “nuestra frontera en el espacio”, un laboratorio único que permite realizar experimentos imposibles en la Tierra. Los efectos de la ingravidez en los astronautas, como la pérdida ósea y muscular, son esenciales para avanzar en la medicina y otras ciencias, explicó Català: “Es el sitio más alejado que la humanidad ha estado, al menos desde que se llevó a la luna”.
El experto describe la experiencia en órbita como una caída libre constante que provoca una sensación de ingravidez similar a “caer por el hueco de un ascensor”. Esto produce cambios físicos que requieren asistencia a los astronautas para su readaptación tras meses en el espacio. La EEI es, por tanto, un escenario de retos humanos y científicos.
Respecto a su futuro, Català apunta que la estación será retirada con una reentrada controlada que la llevará a caer en el Punto Nemo, un cementerio remoto en el Océano Pacífico destinado a evitar peligros para la población. Estados Unidos planea una transición hacia estaciones espaciales privadas, mientras que China ya opera su propia estación orbital, marcando un cambio significativo en la exploración espacial.
Finalmente, Català reflexiona sobre la gran pregunta que sigue sin respuesta en la exploración: “¿Hay alguien ahí fuera?” La EEI y futuras misiones, como la exploración de Marte, buscan detectar vida extraterrestre o señales, subrayando la Estación como un símbolo y laboratorio del avance humano en la inmensidad del cosmos.
Fuente: La Vanguardia
