Mundo, 16 de nov 2025 (ATB Digital) .- Este fin de semana, la legendaria banda británica vibrará una vez más en Buenos Aires con un emocionante reencuentro
Cuando Oasis anunció su regreso a la actividad y confirmó dos conciertos en Argentina —este sábado 15 y domingo 16 de noviembre de 2025 en el Estadio Monumental— la noticia despertó una devoción inmediata y las entradas volaron en cuestión de horas.
Ahora, en medio del entusiasmo por la presencia de los Gallagher en el país, vuelve a sentirse esa dinámica especial entre el público argentino y la legendaria banda de britpop. Existe una sinergia profunda, emocional y llena de anécdotas que se construyó en el tiempo.
Para los fans locales, la banda representa un vínculo afectivo, generacional, casi ritual. Para los Gallagher, Argentina se convirtió en uno de esos territorios que no se olvidan. Noel lo dijo sin rodeos en 2006:
“La Argentina es un lugar especial para nosotros y hay pocas ciudades en el mundo que se asemejen a Buenos Aires, quizás algunas italianas, no muchas más: el público está totalmente loco y ama el fútbol tanto como nosotros”, citó Rolling Stone.
El hermano mayor de la banda es quizá el mayor fanático de la energía que desprende el público rioplatense. Él mismo recordó en 2009, durante el show en River Plate, que su primer vínculo con Buenos Aires se remonta a 1991, cuando era “plomo” de los Inspiral Carpets. Su trabajo se remitía a la parte técnica, instalación de los equipos de sonido, guitarras y cualquier encargo que le ordenaran.
Aquel debut prehistórico, laboral y sin gloria, marcó un hito emocional: su primera vez en un estadio argentino. Imposible no quedar impactado por el fervor de la multitud, aunque la visión sea la de backstage.
En 2009 —ya convertido en uno de los compositores más populares del planeta— se quebró al mencionarlo antes de tocar “Don’t Look Back in Anger” en una versión acústica que lo hizo soltar una lágrima. Era un recordatorio del giro que había dado la vida.
Otro factor crucial en el relato es el fútbol como idioma compartido. No es casual que los Gallagher —hinchas rabiosos del Manchester City— hayan sentido una familiaridad inmediata con el ADN argentino.
Ese terreno común se amplió aún más en los 2000, cuando figuras argentinas brillaron en el equipo favorito de los hermanos: Tévez, Zabaleta, Agüero, y más tarde Julián Álvarez. Ahí “todo cuajó”, explica José Bellas en el libro Nuestro Oasis. Una historia argentina.
Las noches de Oasis
Oasis aterrizó en Buenos Aires en su etapa imperial, durante la extensa gira de Be Here Now. Dos recitales históricos realizados el 17 y 18 de marzo de 1998 que congregaron a 7 mil personas por noche.
Sin escenografía ni artificios, la banda tocó en un Luna Park rendido, con Juana La Loca como teloneros y un repertorio saturado de guitarras distorsionadas al estilo “volumen 11”. Según Rolling Stone, incluso “ni ‘Wonderwall’ se salvó del calor de las válvulas”.
La segunda visita se registró el 18 de enero en 2001. Para la cita escogieron el Campo Argentino de Polo y emocionaron a 15 mil personas. Ahí presentaron Standing on the Shoulder of Giants y su nueva formación, con Andy Bell y Gem Archer
Tocaron después de Neil Young y, fiel al humor sorpresivo de Noel, pidió expresamente no cerrar el festival porque sentía que Young debía ser la figura principal. El show tuvo momentos caóticos —incluida la zapatilla que impactó en la cara de Liam— y una cantidad de público más modesta que la esperada.
Cinco años después, en 2006, Oasis regresó en su tercer encuentro con los fans argentinos. Fue su show más multitudinario hasta ese momento con 40 mil almas reunidas. El éxito del disco Don’t Believe the Truth los traía renovados, con Zak Starkey —hijo de Ringo Starr— en la batería.
Pero la noche terminó siendo recordada por los problemas de organización, según reseña Rolling Stone: acceso lento, predio superado y una voz de Liam que no pudo imponer su potencia habitual. Noel, en cambio, sostuvo el concierto con versiones inspiradas de “The Importance of Being Idle” y “The Masterplan”.
Luego, la cronología de esta historia llega a 2009, el año en que se registró el concierto más grande de la historia de Oasis en Argentina. El estadio River Plate recibió a los hermanos Gallagher con 45 mil fanáticos. La banda trajo los temas del álbum Dig Out Your Soul y ofreció una actuación sólida, poderosa.
Esa también fue su última vez juntos en una escenario argentino en más de una década: tres meses más tarde, Oasis lanzó la noticia de su separación.
El día que Oasis conoció al Diez
Una de las anécdotas más icónicas de la banda en América Latina involucra al famoso capitán argentino Diego Armando Maradona.
En uno de los descansos entre los shows de 1998, los hermanos Gallagher supieron que Maradona estaba en el mismo hotel. Como grandes aficionados al fútbol, no dudaron en pedirle a su intérprete que gestionara un encuentro. La reunión tuvo una condición muy clara: solo Noel y Liam podían subir a la suite.
Al ingresar, vieron al deportista rodeado de una multitud, “más VIP que el VIP”, según contaron años después. Diego hacía jueguitos… con la tapa de una botella. Liam lo describió en una entrevista con Noisy: sudado, encendido, magnético. Los británicos, impactados por la escena, pidieron hacerse una foto.
Lo inesperado vino después. Repentinamente, Diego comenzó a discutir enérgicamente en medio del barullo. Noel preguntó qué pasaba y recibió la advertencia más surrealista de su vida. El traductor transmitió el mensaje del Diez:“Maradona me dijo que les dijera que si se van con alguna de estas mujeres, les va a disparar”.
Los Gallagher se rieron, se asustaron y se fueron. Noel sintetizó la experiencia décadas más tarde como “un verdadero y jodido trato aterrador. Pero hermoso, bendecido”. Liam, tras la muerte de Diego, escribió en redes: “Un buen futbolista de rock and roll, ningún hijo de p* se le acercará jamás”.
La foto que salió de ese encuentro, según contó Noel, corona la chimenea de la casa de su madre en Manchester.
En los últimos años, autores argentinos rastrearon con precisión el impacto que tuvo la banda en el país. Entre ellos se destacan José Bellas y Fernando García, cuyo libro Nuestro Oasis. Una historia argentina reconstruye con detalle cómo se gestó ese lazo singular. Los autores repasan desde las primeras visitas hasta las escenas que definieron la “argentinidad” del fenómeno Oasis.
A ese trabajo se suma Sergio Marchi, quien en Oasis: La historia completa narra con perspectiva periodística cómo las visitas a Buenos Aires se volvieron hitos tanto para Oasis como para sus seguidores. Marchi explica el contexto cultural que permitió que el grupo encontrara “una segunda casa” en Argentina, y analiza por qué los conciertos locales se volvieron parte fundamental de la mitología gallagheriana.
Fuente: Infobae
