Cochabamba, 30 de nov 2025 (ATB Digital) .- Entre otros planteamientos están la instalación de dispensadores gratuitos de toallas higiénicas, creación y fortalecimiento de fondos de agua y más.
Higiene y educación menstrual, la posibilidad de dispensadores gratuitos de toallas higiénicas, espacios seguros y privados y otros son temas que ‘Yakuwarmis’ exige poner en la agenda pública.
En días recientes, Water For People, SED, World Vision, Unicef y ABIS Cochabamba llevaron adelante el encuentro “Yakuwarmis: Mujeres que InFluyen”, un espacio que impulsa el liderazgo de las mujeres en agua, saneamiento y gestión de recursos hídricos. También participaron autoridades.
Ahí trabajaron diversas temáticas en mesas. Una de estas trató el fortalecimiento del liderazgo y la participación de las mujeres en la gobernanza del agua y saneamiento, y expuso conclusiones y propuestas importantes.
Entre la docena de planteamientos, se remarcó la necesidad de la unidad y articulación entre todas las mujeres, consolidando una red sólida que integre a mujeres comunitarias, dirigentes, alcaldesas, concejalas, técnicas, funcionarias de gobernaciones y el Gobierno central.
“Solo unidas es posible enfrentar las brechas históricas de discriminación y fortalecer la incidencia femenina en la gestión del agua, saneamiento y recursos hídricos. La articulación entre territorios permitirá llevar una sola voz con demandas claras y una agenda en común”, afirmaron.
Otro de los puntos planteados fue el de garantizar espacios seguros, privados y adecuados para la higiene menstrual, tomando en cuenta que las unidades educativas, espacios públicos e instituciones públicas y privadas deben contar con baños “seguros, accesibles, limpios y especialmente diseñados y adecuados” para atender las necesidades de niñas, adolescentes y mujeres. Esto implica privacidad, disponibilidad de agua, gestión adecuada de desechos y ambientes que generen confianza “para vivir la menstruación con dignidad”.
EN LAS ESCUELAS Aunque en la actualidad se habla con más naturalidad sobre el tema, también existen zonas donde referirse a la menstruación continúa siendo un tabú, debido a la vergüenza y los miedos.
Al respecto, en Yakuwarmis se propuso que haya programas integrales de educación menstrual en escuelas y comunidades.
“Se requiere implementar programas sostenidos de educación menstrual que aborden información científica, salud, autocuidado, emociones y cambios físicos. Deben ser incluidos docentes, estudiantes y padres de familia”.
Apuntan a que estos espacios ayuden a reducir tabús, estigmas y situaciones de discriminación que aún enfrentan las niñas en sus comunidades, escuelas y barrios.
Se plantea también la posibilidad de instalación de dispensadores gratuitos de toallas higiénicas en escuelas y espacios públicos.
“La instalación de dispensadores gratuitos de insumos menstruales es clave para garantizar la igualdad de oportunidades, prevenir ausencias escolares y reducir las brechas económicas que afectan a miles de adolescentes”.
Remarcaron que esta acción deberá ser parte de políticas públicas con presupuesto asignado.
Del encuentro de las representantes de distintos sectores surgió también la propuesta de gestión de recursos para implementación de políticas públicas de género y WASH (referido a Agua, Saneamiento e Higiene, de sus siglas en inglés Water, Sanitation and Hygiene).
“Muchas ideas y propuestas no podrán ejecutarse si no existe financiamiento. Es urgente gestionar recursos económicos ante el Gobierno central, municipalidades, organizaciones y cooperación internacional para implementar acciones de agua, saneamiento, higiene menstrual y género. No se puede permitir que las iniciativas solo queden en diagnósticos o documentos sin aplicación real”, sostuvieron en uno de los documentos.
Así, deriva el planteamiento de política de gestión social de WASH con enfoque de género e intersectorialidad.
Proponen una política pública que contemple presupuesto, mecanismos de participación, protocolos de inclusión de mujeres indígenas, educación menstrual, mapeo de cargas domésticas y acciones para reducir desigualdades estructurales.
“Esta política deberá orientarse en intervenciones educativas, institucionales y comunitarias”.
La participación plena y protagónica de las mujeres en la toma de decisiones, por otro lado, fue resaltada como esencial para asegurar la presencia desde el diseño hasta la toma de decisión en proyectos claves, políticas y espacios de gobernanza del agua.
“La experiencia y visión de las mujeres orientada al cuidado, la sostenibilidad y la protección de la vida es un componente fundamental para lograr que los sistemas WASH sean más fuertes y justos”.
Entretanto, en torno al empoderamiento y liderazgo de las niñas y adolescentes, aseguraron que se deben promover programas que fortalezcan la confianza, liderazgo e incidencia de niñas y adolescentes, asegurando que conozcan sus derechos, participen en espacios juveniles y desarrollen habilidades para hacer futuras lideresas en el sector hídrico y ambiental.
Pidieron que haya capacitación docente y talleres con estudiantes y madres de familia, tomando en cuenta que se requiere que ellos acompañen adecuadamente a los estudiantes en temas relacionados con menstruación y salud integral.
“Además, deben impulsarse talleres con todos los actores, madres, padres, estudiantes, maestros, para abrir espacios de diálogo y apoyar el desarrollo emocional y derribar los tabús que afectan a la salud menstrual”.
Entre las sugerencias se incluyó la priorización de políticas públicas para la higiene menstrual adolescente, remarcando que es necesario que los gobiernos locales y nacionales desarrollen y financien políticas específicas para garantizar el acceso a productos, infraestructura, educación y acompañamiento en higiene menstrual para adolescentes, evitando los retrocesos y la apertura de brechas en la igualdad y acceso a la salud.
En la actividad, la viceministra de Recursos Hídricos, Riego, Agua Potable y Saneamiento Básico, Viviana Mariscal Montaño, también ofreció datos importantes referidos al tema.
Dijo que, en Bolivia, alrededor de 4.3 millones de personas no cuentan con un sistema de saneamiento.
Además, entre otros aspectos, resaltó que cada día entre 350 y 400 niñas y adolescentes en Bolivia llegan a la menarquía (primera menstruación).
Conociendo los planteamientos de las mesas de trabajo, la autoridad dijo que estos temas le permitirán planificar mejor las políticas públicas de gobernanza como la de los recursos hídricos.
Los pedidos también incluyen el apoyo sostenido a la conformación de comités de agua potable y saneamiento. Resaltan que las mujeres deben ser protagonistas en esos espacios porque su participación activa contribuye a mejorar la gobernanza del agua, promoviendo la sostenibilidad de los sistemas y garantizando el buen uso y mantenimiento de las infraestructuras.
La concientización sobre el uso responsable del agua y protección de las cuencas, por su lado, apunta a promover la siembra de agua, programas de forestación y recuperación de cuencas para enfrentar la crisis climática y asegurar la sostenibilidad hídrica.
“Las mujeres desde sus comunidades pueden ser multiplicadoras clave en estas acciones de protección ambiental”.
Otro fin es la creación y fortalecimiento de los fondos de agua para asegurar recursos para la protección de cuencas, recarga hídrica, siembra y cosecha de agua, forestación y mecanismos de gobernanza que garanticen la disponibilidad de agua para las futuras generaciones.
“Las mujeres deben tener participación activa en estos fondos”.
Fuente: Opinión