La Paz, 23 de dic 2025 (ATB Digital).- Si la eliminación del subsidio a los combustibles se mantiene -pese a la presión social- el Estado boliviano ahorrará hasta $us 3.650 millones por año. La proyección corresponde a cálculos oficiales que estiman un ahorro diario de $us 10 millones.
Solo en el quinquenio del expresidente Luis Arce Catacora, según datos de Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el país gastó más de $us 15.600 millones en la compra de gasolina, diésel y otros derivados del petróleo.
Esta cifra incluso supera el gasto realizado por el también expresidente, Evo Morales, de más de $us 10.330 millones.
El pasado 17 de diciembre, el presidente Rodrigo Paz decidió eliminar la subvención al precio de los combustibles, un beneficio vigente en el país desde hace 28 años y que fue profundizado durante los 20 años de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La medida generó descontento en diversos sectores sociales, especialmente en el transporte. Sin embargo, también recibió respaldo, sobre todo del sector empresarial y productivo. En las últimas jornadas se sumaron otras organizaciones que coinciden en que la medida duele, pero es necesaria para sincerar la economía.
Ahorro
En una entrevista con Bolivia TV, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Mauricio Medinaceli, defendió la medida como un “mal necesario” para evitar un colapso mayor de la economía
Detalló que estos recursos -y, sobre todo, los dólares que antes se iban para sostener precios artificiales- ahora se quedan en el país, permiten importar bienes esenciales y regularizan el abastecimiento de diésel y gasolina.
Explicó que la subvención drenaba divisas a un ritmo insostenible: hasta $us 10 millones por día. Para dimensionarlo, recordó que un crédito externo de $us 100 millones alcanzaba apenas para diez días de subsidio. “Eso era una locura”, afirmó.
Agregó que Bolivia importa la mayoría de los bienes que consume y para eso necesita dólares. “En la medida en que esos dólares no se drenan en la subvención, la economía respira”, sostuvo.
El efecto inmediato, añadió, se siente en frontera: menos contrabando y más combustible para quien trabaja.
En ese marco, anunció que el Gobierno revisa el esquema de tarjetas de consumo heredado para el sector agropecuario, que -dijo- se desvirtuó y se volvió un foco de corrupción.
Por su parte, el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, aseguró que tras la aplicación del Decreto Supremo 5503 el tipo de cambio se mantiene entre 9 y 10 bolivianos, y que el país avanza hacia un esquema de tipo de cambio único y flotante.
“Antes los dólares llegaban para pagar la subvención; ahora el gasto en dólares empieza a caer”, afirmó.
Productores
Desde el sector productivo volvió a plantearse la libre importación de diésel durante una mesa de diálogo instalada en Santa Cruz con ministros del área económica y productiva, encuentro que ingresó en cuarto intermedio hasta la próxima semana.
El presidente del Comité de Defensa del Productor de Santa Cruz (Codepro), Edward Condo, afirmó que el sector maneja un costo de Bs 7 a Bs 7,50 por litro si importa directamente el combustible, frente al precio oficial de Bs 9,80 fijado por el Gobierno.
Las partes acordaron mesas técnicas para evaluar la propuesta, enfocada en aliviar a los pequeños productores que no pueden absorber el nuevo precio. También se abordó la eliminación de las tarjetas B-SISA para acceder al diésel, medida que aún debe reglamentarse, según explicó el ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Mario Justiniano.
Además, el agro cruceño pidió liberar la exportación de soya, en línea con la flexibilización ya aplicada a maíz, sorgo, azúcar y carne de res. Por su parte, el ministro Espinoza, señaló que el decreto puede mejorarse, pero descartó su eliminación y ratificó la apertura al diálogo.
Fuente: El Deber