La Paz, 30 ene 2019 (ATB Digital).- Durante mucho tiempo sufrieron el machismo y la discriminación, pero en los últimos años, las mujeres de ascendencia aimara han protagonizado un movimiento reivindicativo, que empezó por convertir el término ‘chola’, utilizado hasta entonces de forma despectiva, en un signo de orgullo.
Lo mismo ha sucedido con su vestimenta tradicional: amplias faldas (conocidas como polleras), chales y mantones sobre la blusa y el largo pelo recogido en trenzas. Hasta hace no mucho las mujeres que quisieran hacer carrera en la universidad, la empresa o en la administración pública tenían que dejarla en el armario, pero en los últimos años las mujeres indígena han recuperado las polleras como símbolo de su identidad. No las abandonan ni siquiera para escalar montañas.
Desde hace un par de años hay un colectivo de Cholitas escaladoras que, bajo el lema ‘Querer es poder’, se dedican a escalar algunos de los picos más altos de los Andes. Con cascos y botas, pero también con enaguas y faldones. Aseguran que subir montañas les ayuda a sentirse más libres. Cuando empezaron lo hicieron casi sin preparación, solo sabían lo que habían aprendido viendo a sus parejas, algunos de los cuales son guías profesionales. Después se han ido formando con cursos de escalada y seguridad en la montaña.