Italia, 5 nov 020 (ATB Digital).- Las recién designadas “zonas rojas” de Italia, por ser las más azotadas por el coronavirus, se preparan a entrar el viernes en confinamiento, lo que desata ira y reacciones contra el gobierno, acusado de penalizar el corazón industrial del país.
La división por colores de las 20 regiones de la península, en rojo, para aquellas con alto contagio, anaranjado para medio, y amarillo para moderado, anunciada la víspera por el jefe de gobierno Giuseppe Conte, afecta sobre todo a las norteñas Lombardía y Piamonte, motores de la economía.
Designadas también como rojas figuran la sureña Calabria y la norteña Valle de Aosta, por lo que sus dirigentes a nivel regional han protestado.
En esas cuatro regiones se podrá salir de casa solo para trabajar o ir al colegio, mientras que los comercios no esenciales deberán permanecer cerrados, no se podrá salir del propio municipio de residencia, con algunas excepciones, y se cerrarán todos los bares y restaurantes.
Una bofetada para Lombardía
“Es una bofetada para Lombardía”, protestó el presidente de la región, Attilio Fontana, miembro del partido de oposición de extrema derecha Liga, quien acusó a Conte de utilizar datos obsoletos.
“Mis clientes están muy asustados, pero muy asustados”, confesó a la AFP el peluquero milanés Francesco Puccio.
“La semana pasada solo tenía dos clientes al día, a veces uno, así que no es una ventaja para mí permanecer abierto. La gente no sale, las oficinas están vacías”, explicó.
La situación es tan alarmante, que el templo de la ópera, la Scala de Milán, tuvo que cancelar su tradicional apertura de temporada el 7 de diciembre, el día de San Ambrosio, patrón de la ciudad, tras registrar 27 artistas positivos.
“Economía y salud no van juntos. Es verdad que el virus circula, pero hay que pensar en los dueños de tiendas que ya sufrieron un duro golpe en marzo y ahora quedan paralizados”, comentó Fabrizio Duò, de 42 años, conductor de bus.
Confinar Lombardía, cuya capital es la próspera Milán, resulta para muchos una medida grave por sus repercusiones económicas.
También los dirigentes de la industrializada región Piamonte, exigen explicaciones sobre el nuevo bloqueo, que según ellos fue tomado en base a los datos de hace 10 días.
“Necesito explicaciones. Hay regiones con índices más graves que no han sido incluidas”, lamentó en un twitter el gobernador de Piamonte, Alberto Cirio.
“Si lograramos resultados sería bueno el confinamiento. Ya lo probamos (en marzo), tomamos medidas y la situación no cambió. Es que hay que buscar otras soluciones, aunque estoy de acuerdo en respetarlo, pero penaliza a empresarios y comerciantes”, sostiene Nicola Bilotta, dueño de un quiosco milanés.
Entre las zonas naranjas y amarillas
El virus, que se ha cobrado casi 40.000 vidas desde el inicio en marzo de la pandemia, comenzó de nuevo a propagarse con fuerza en toda Italia, un brote que podría paralizar el sistema sanitario debido a que las salas de cuidados intensivos se están llenando rápidamente.
Algunas de las nuevas medidas adoptadas esta semana afectan a todo el país. Las zonas naranjas, es decir las regiones de Apulia y Sicilia, cerrarán los bares y restaurantes durante todo el día, pero se podrá salir de casa sin justificación y los comercios quedarán abiertos.
En las zonas amarillas, es decir en el resto del país, incluida Lazio, donde se encuentra Roma, prevalecen las restricciones aprobadas hasta el momento, con restaurantes y bares que cierran a partir de las 18H00 horas y sin museos, piscinas, teatros y cines.
A partir del viernes, los 60 millones de residentes en Italia deberán respetar un toque de queda de las 22H00 hasta las 05H00, excepto por motivos laborales o de salud.
Las nuevas restricciones son menos severas de las impuestas a otras naciones europeas como Gran Bretaña y Francia y fueron tomadas tras largas negociaciones con los líderes regionales.
(Charlene Pele / AFP)