*JAIME ITURRI SALMÓN ES PERIODISTA
El filósofo sudcoreano Byung-Chul Han, uno de
los más prestigiosos pensadores de la actualidad, señala que hemos pasado del
mundo de las cosas al mundo de la información y de los datos.
Hoy Big data conoce mejor a los consumidores
que sus propias familias. Puede establecer comportamientos, ideologías,
preferencias de consumo y reacciones específicas frente a situaciones
particulares. Un mapeo al pensamiento de los sujetos sociales nos permite saber
¿cómo responderán a sus necesidades?, ¿cómo enfrentarán sus deseos, miedos y
confusiones? y ¿cómo podemos anticiparnos a esas decisiones para alcanzar los
objetivos corporativos que se planteen?
Y otro filósofo, el judío, Noam Harari, acaba
de señalar que pronto el mundo no se dividirá entre quienes poseen grandes
industrias y quienes tienen las materias primas. No eso queda en los pasados
siglos XIX y XX. Ahora lo que contará es quienes poseen Inteligencia Artificial
para manejar la Data (es decir la información) y quienes serán sólo colonias de
datos (es decir los países atrasados).
Y es que vivimos todavía creyendo que las
encuestas son propaganda y no guías para la acción de lo que piensa la gente,
los ciudadanos.
Mire usted que la Ley para la investigación de
ganancias ilícitas no la volteó los comités cívicos ni la ultra derecha, sino
los vendedores de ropa usada, entre otros. Gente pobre que son la base social
del Movimiento al Socialismo.
No saber qué piensa la gente llevó a que el
golpe de Estado del 2019 triunfara. Y no hablo solamente del Social Lissening
(es decir la escucha social que debe imperar hoy para conocer el pensamiento de
los estantes y habitantes) sino hasta los datos del propio aparato de
inteligencia del Estado.
Y no saber lo que piensa día a día los
ciudadanos también trae consecuencias. Y muchos políticos y gente del Estado lo
entienden.
Sin embargo, es el momento de dar un giro como
país en la concepción de lo que queremos para el futuro. Claramente ha habido
avances en la dotación de educación a millones de bolivianos. Sí, ahora hay
escuela para todo el que lo quiera. Pero… esta educación dista de tener
calidad.
Debemos apuntar hacia el manejo de la
Inteligencia Artificial y remplazar los instrumentos obsoletos por la tecnología
del Data.
Lo ha comprendido China, donde hoy se producen
las computadoras más poderosas y desarrolladas del mundo. Millones de veces más
que las norteamericanas. Es el momento de la tecnología cuántica.
La Data vino para quedarse. Es hora de que nos
pongamos las pilas como país. O simplemente quedaremos al margen del juego.
No puedo terminar esta columna sin referirme a
los medios de comunicación que hoy viven la más gigantesca transformación de
los últimos 200 años, al punto que en las dos últimas décadas las
modificaciones han sido mayores que en las dos centurias pasadas.
La alternativa es renovarse o morir, no hay medias tintas. Lo propio en la forma de hacer política, en la educación y hasta en la vida cotidiana. Lo entendió rápido Mark Elliot Zuckerberg cuya propuesta, el Metaverso, sustituirá a la desprestigiada Facebook y abrirá nuevas puertas y nuevos peligros. Bienvenidos al intenso siglo XXI. (Jaime Iturri Salmón es periodista)