La Paz, 2 feb 2022 (ATB Digital).- Cuando la ilusión de clasificar al mundial estaba acompañada por posibilidades reales, la selección demuestra que aún no está a la altura de competir en Sudamérica. Y las dos duras derrotas ante Venezuela y Chile tienen una sola explicación: fútbol. A Bolivia le falta juego y siendo más exigentes le falta construir una identidad de juego que no dependa solo de jugadores determinados ni de circunstancias que te lleven a ganar un partido. Es difícil hacerlo, claro que lo es, pero en algún momento hay que dar el primer paso.
¿Quiénes son los responsables de otra decepción? Seguramente todos los actores: entrenador, futbolistas, dirigencia y prensa. Muchos hablarán de condiciones materiales como canchas y centros de entrenamiento, pero a mi eso me late a excusa, porque todos tenemos la responsabilidad de dar lo mejor en nuestras actividades diarias con los pocos o muchos recursos que tengamos. Pero ese será otro análisis y ahora hablemos del rendimiento de la verde. Y si hablamos de lo que pasa en la cancha hay que hablar del técnico y los futbolistas.
Cesar Farias armó una base con jugadores de su agrado y que seguramente pensó que se adaptan a su forma de juego. Sin embargo, muchos de esos jugadores no deberían ser titulares e incluso convocados. Cito a dos a quienes vengo cuestionando hace mucho y su bajo rendimiento me da la razón: Lampe y Jusino. El arquero, a quien al parecer le encanta ser eterno suplente en la liga argentina, no tiene ritmo competitivo hace mucho y es responsable de varios goles en los dos partidos eliminatorios. Sobre Jusino solo digo ya basta. Hay otros que van en la misma línea y uno de ellos es Bejarano. Por el contrario hay uno que destacó y mostró un alto desempeño: Enoumba. El resto de futbolistas tuvo un discreto rendimiento. Respecto a los jóvenes y «legionarios» sigo pensando que no basta hacer un buen partido para ser llamado ni jugar fuera del país significa ser citado.
No se si el DT venezolano continuará al mando para las dos fechas que restan. Con él o con otro técnico es obligación conformar un equipo con los mejores para intentar despedirnos dignamente de la competición.