Bogotá, 08 de agosto (ATB Digital).- El rey
Felipe VI viajó este domingo a Bogotá para estar presente en la toma de posesión de Gustavo Petro,
primer presidente de izquierdas en la historia de Colombia. Al llegar se reunió
con el presidente saliente de Colombia, Iván Duque, y a continuación mantuvo un
encuentro con Petro.
Sobre esa
última entrevista el ministro español de Asuntos Exteriores, José
Manuel Albares, señaló a los periodistas que las relaciones de
su país con Colombia durante el Gobierno de Petro “van a ser igual de
intensas que con el presidente Duque”.
“La amistad,
los lazos culturales, humanos e históricos que hay con Colombia van más allá de
cualquier Gobierno”, añadió.
Sin embargo, 24 horas después de su estancia en
Bogotá la visita del Rey ha empezado a levantar cierta polémica en redes
sociales. El motivo es que Felipe VI no se levantó al paso de la
espada de Simón Bolívar.
“¡Alerta, alerta, alerta! ¡Que camina la
espada de Bolívar por América Latina!” coreaba la multitud mientras todas
las autoridades que acudieron a la investidura de Petro se ponían de pie. Todas
menos el Rey de España, Felipe VI, que permaneció sentado en el palco de
autoridades. Respetuoso, pero sentado.
Simón Bolívar el libertador de cinco naciones
durante la colonia española incluyendo Bolivia y Colombia, gracias a él, el continente
independizó de la cruel dominación que España mantenía sobre el contienente.
La presencia de la espada de Bolívar había desatado previamente otra polémica. El nuevo presidente de Colombia, tras su juramento, ordenó traer
la espada. Esa fue la primera orden de su mandato. Sin embargo, el
ya expresidente Iván Duque se negó a conceder el permiso de sacar la insignia
de la Casa de Nariño, en su última decisión como mandatario de Colombia.
Una media hora después, el presidente del Senado,
Roy Barreras, ordenó un receso de diez minutos en la ceremonia de investidura
de Petro para dar tiempo a que la Casa Militar de la Presidencia llevase la
espada a la tarima.
“Esta espada tiene tanta historia que hoy
sumará una más, de por qué se demoró en llegar a esta plaza”, dijo el nuevo presidente al recibir ese símbolo
histórico. Y posteriormente se refirió a ella “no como un símbolo de
guerra, sino, como dijo su propietario, que sólo se debería envainar cuando
haya justicia en Colombia”.